Se intensifican los combates en zona petrolera de Sudán del Sur
Los enfrentamientos entre fuerzas armadas y los seguidores del exvicepresidente Machar se producen pese a la presencia de representantes de Kenia y Etiopía que median en el conflicto que ha provocado la muerte de miles de personas.
Intensos combates entre fuerzas gubernamentales y rebeldes se registraban hoy en Sudán del Sur, rico en petróleo, adonde llegaron dirigentes de Kenia y Etiopía para mediar en el conflicto que ya provocó miles de muertos.
El portavoz del ejército regular Philip Aguer afirmó que las tropas leales al presidente Salva Kiir seguían luchando contra fuerzas aliadas con el ex vicepresidente Riek Machar dentro de la ciudad de Malakal, capital del estado de Alto Nilo, el cual produce gran parte del crudo de Sudán del Sur, un país rico en petróleo -pero con una población muy pobre- que vive en permanente inestabilidad desde su independencia de Sudán en 2011.
Además, agregó el portavoz militar, las tropas regulares estaban preparando una ofensiva contra Bentiu, la principal ciudad del también rico en petróleo estado de Unidad, tras la reconquista de Bor, otra capital de un estado que estuvo en manos de los rebeldes durante dos semanas.
«Hay combates en Malakal. Nuestras fuerzas están en la parte septentrional de la ciudad y los rebeldes en la parte meridional. Los sacaremos de ahí», dijo Aguer a la AFP.
El precio del crudo subió en el mercado asiático este jueves, en particular ante los «temores de interrupción del suministro desde Sudán del Sur», explicó Sanjeev Gupta, director de la división de petróleo y gas para Asia-Pacífico de la consultora EY.
En este contexto, el presidente keniano, Uhuru Kenyatta, y el primer ministro etíope, Hailemariam Desalegn, llegaron a Sudán del Sur este jueves para reunirse con Kiir, constató la AFP.
Los enfrentamientos, que han dejado miles de personas muertas en las últimas semanas, según la ONU, comenzaron el 15 de diciembre, después de que Kiir acusara a Machar de intento de golpe de Estado. Machar lo negó y acusó al presidente de querer eliminar a sus rivales.
La reconquista de Bor, que los rebeldes tomaron aparentemente sin mayor resistencia, puso fin a una semana de asedio. Unos 17.000 civiles habían huido hacia los ya sobrecargados campamentos administrados por la ONU.
En lo que respecta a los muertos, el jefe de la misión humanitaria de la ONU en Sudán del Sur ha estimado que eran miles. «No tengo ninguna duda de que son miles», aseguró el jefe de la misión humanitaria de la ONU en el país, Toby Lanzer, a los periodistas.
La Alta Comisionada de la ONU encargada de los Derechos Humanos, Navi Pillay, había anunciado el martes el hallazgo de una fosa común en Bentiu, capital del Estado petrolero de Unidad (norte) y también bajo control rebelde.
«Descubrimos una fosa común en Bentiu, y habría otras dos en Juba», la capital, precisó Pillay en un comunicado publicado en Ginebra.
El Alto Comisionado afirmó en Ginebra que se habían hallado unos 15 cuerpos en la fosa común y unos 20 más cerca de un río, en un lugar poco distante de la fosa común.
Por su parte, la misión de la ONU en Juba se mostró más cauta que Pillay: aunque confirmó que había unos 15 muertos, precisó que «dichas atrocidades aún están siendo investigadas».