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Juzgan a un hombre que mató a un joven negro por tener la música alta

El juicio contra un coleccionista de armas que mató a un adolescente negro desarmado por tener la música alta en su automóvil continúa hoy en una corte de Jacksonville (Florida) con declaraciones de los testigos.

Michael D. Dunn, de 46 años, de raza blanca, está acusado de asesinato en primer grado por la muerte a tiros del adolescente negro Jordan Davis, de 17 años.

El jurado está compuesto por cinco mujeres blancas, tres negras, una asiática, una que aparenta ser de la raza india, cinco hombres blancos y uno hispano, Thompson, de 19 años.

El proceso ha sido seguido con atención por los ribetes raciales que presenta, similares al caso contra el exvigilante hispano George Zimmerman, absuelto en julio de 2013 por la muerte a tiros del adolescente negro Trayvon Martin.

Dunn disparó una serie de tiros contra el vehículo en el que Davis viajaba como pasajero junto a sus amigos, Leland Bruson, Tevin Thompson y Tommy Stornes, hiriéndolo mortalmente en las piernas y el hígado.

Así se refleja en los documentos oficiales sobre el hecho ocurrido la noche del 23 de noviembre del 2012, un día después de Acción de Gracias y en el que los jóvenes «lo estaba pasando bien».

«Estábamos contentos, nos íbamos a cambiar de ropa para ir al centro comercial a levantar chicas y nos detuvimos a comprar cigarrillos y goma de mascar para tapar el tufo del tabaco de las muchachas», declaró con desenfado juvenil un testigo y también víctima en el incidente, al ser cuestionado hoy por la fiscalía.

Según ha trascendido en el juicio, que comenzó este jueves con la presentación de argumentos hecha por el fiscal John Guy, el mismo que presentó el caso al jurado en el juicio contra Zimmerman, Dunn, tras aparcar su vehículo al lado del de los muchachos, se sintió incómodo por la música rap que el grupo escuchaba a todo volumen y les pidió que lo bajasen.

Thompson, quien viajaba en el asiento delantero del pasajero, bajó el volumen de la radio para subirla casi de inmediato a requerimiento de Davis, que no «le gustó que le dijeran lo que tenía que hacer», destapándose así unas «bombas de insultos» entre Dunn y Davis, según expuso el Fiscal Guy.

«No existen dudas de que Davis le subió la voz a Dunn», dijo Guy en la presentación de su caso al jurado. «Él no amenazó al defendido. Le faltó al respeto», aseveró el fiscal, quien aseguró que la evidencia que presentará durante el proceso judicial mostrará que el adolescente y sus amigos más bien trataron de alejarse del lugar cuando la camioneta todoterreno fue impactada por diez balazos disparados por Dunn.

«Davis estaba molesto, no le gustó que le dijeran qué hacer ni qué música escuchar e insultó a Dunn», dijo Guy ante el jurado, «Pero no estaba armado, no tenía una pistola con él», adelantó.

El abogado defensor de Dunn, Cory Strolla, alegó por su parte que el juicio mostrará la no culpabilidad de su cliente, quien, según le dijo al jurado, «disparó su arma porque temía por su vida», tras «ver» que los muchachos sacaban una pistola.

Según los reportes policiales del suceso, la Policía no encontró ningún arma en la camioneta en la que viajaban los adolescentes. La defensa alega, no obstante, que los chicos tuvieron tiempo suficiente, antes de que llegara la policía, para esconder o tirar el arma.

En su declaración, los agentes Dawn Valentine y Robert Holmes explicaron que hallaron a Davis desangrándose en la parte trasera del vehículo y que el joven falleció poco después del suceso.

El acusado se enfrenta también a otros tres cargos por intento de asesinato y uno por disparar contra un vehículo ocupado, por lo que podría ser condenado a cadena perpetua.