Icono del sitio La Razón

Sin Tierra y Rousseff, reunidos tras marchas

Tras una tensa manifestación, los campesinos del Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil se reunieron ayer con la presidenta, Dilma Rousseff, a quien acusan de atrasar la reforma agraria.

El MST le reclamó a la Mandataria brasileña tierras para 100.000 familias que esperan por un lote en precarios campamentos de barracas en el país, explicó Alexandre Conceiçao, de la coordinación nacional del Movimiento. “Este será un año de mucha lucha y movilizaciones para que podamos asentar a todas esas familias”, manifestó Conceiçao.

Al respecto, el ministro de Desarrollo Agrario, Pepe Vargas, dijo que el Gobierno podría entregar tierras a unos 30.000 brasileños este año, y se acordó también que estudiarán la posibilidad de acelerar la dotación de lotes en áreas del noreste del país.

Los Sin Tierra atribuyeron la apertura de la Presidenta para recibirlos a las escenas de violencia registradas en la marcha del miércoles, que aglutinó a 16.000 campesinos y dejó 12 agricultores y 30 policías heridos.

Antes, “ella no tenía previsto recibirnos”, sostuvo Conceiçao, cuyo grupo entregó una cesta con alimentos del campo a Rousseff. La Mandataria aseguró que le dará un nuevo impulso a los planes de reforma agraria con apoyo técnico y proyectos de formación que, según esa organización, están “paralizados desde hace años”.