Al menos una persona murió y otras 77 resultaron heridas en un motín ocurrido en un centro australiano para inmigrantes en la isla papuana de Manus, informaron hoy las autoridades.
Trece de los heridos se encuentran en estado grave, «uno de ellos crítico», declaró el ministro australiano de Inmigración, Scott Morrison, en rueda de prensa.
La víctima mortal recibió un fuerte golpe en la cabeza, mientras que un inmigrante herido fue alcanzado por un disparo con munición real.
El motín comenzó el lunes por la noche mientras que varios internos lograron saltar las barreras externas del centro, según el primer comunicado emitido por Morrison.
«Es una tragedia» que está vinculada a «una situación muy peligrosa en la que la gente decide protestar de forma violenta y escapar fuera del centro exponiéndose a un gran peligro», afirmó el ministro australiano.
Las autoridades no han podido confirmar aún si alguno de los 1.300 solicitantes de asilo que habitan en el centro de Manus, una isla al norte de Papúa Nueva Guinea de 100 kilómetros de largo por 30 de ancho, ha logrado fugarse.
El personal prescindible y los inmigrantes que no participaron en los disturbios fueron evacuados del lugar por razones de seguridad, mientras la policía papuana no intervino en la represión de la protesta, aseguró el ministro.
El pasado domingo, 35 inmigrantes indocumentados lograron escapar del centro de Manus, aunque todos fueron capturados, durante una pelea interna en la que una veintena de personas resultaron heridas y ocho detenidas.
Morrison afirmó el lunes que esos disturbios fueron el resultado del aumento de las tensiones en el centro de Manus, donde los internos empezaron hace varias semanas protestas pacíficas que derivaron en violencia esta semana.
Australia recluye a inmigrantes ilegales que intentan alcanzar sus costas en este centro de Manus y en otro en Nauru para que tramiten sus peticiones de asilo, pese a las críticas de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y Amnistía Internacional.
Muchos de los inmigrantes han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria, y otros han escapado de la discriminación o de la condición de apátridas como las minorías rohingya, de Birmania, o Bidun, de la región del Golfo.