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Once países amplían la búsqueda del vuelo MH370 al océano Índico

La búsqueda del avión de Malasia se extendió al océano Índico desde ayer, a raíz de nuevas informaciones citadas por la Casa Blanca, que apuntan a que el aparato continuó volando varias horas después de desaparecer. Corea del Sur se sumó al trabajo.
“Según entiendo, con base en información nueva que no es necesariamente concluyente pero nueva al fin y al cabo, puede abrirse una zona de búsqueda en el océano Índico”, declaró ayer en Washington (Estados Unidos) el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
La Marina estadounidense ordenó a uno de sus buques y a un avión de reconocimiento que se dirijan a esa zona, dijo a la AFP un responsable de la Armada estadounidense. “El USS Kidd (buque) transita por el estrecho de Malaca en singladura hacia el océano Índico”.
A una semana después de su desaparición, se mantiene el misterio más absoluto sobre la suerte del vuelo MH370, que realizaba el trayecto Kuala Lumpur-Pekín, con 239 personas a bordo de 14 nacionalidades, la mayoría (153) ciudadanos chinos.
Un total de 57 barcos y 48 aviones de 11 naciones buscan la aeronave Boeing 777-200 de Malaysia Airlines, en el mayor operativo puesto en marcha desde que comenzó la búsqueda, según las autoridades. Corea del Sur notificó ayer a Malasia que se suma a los trabajos de búsqueda con el envío de dos aviones militares y 39 especialistas.
La búsqueda se concentró en un principio en el Mar de China Meridional, al este de Malasia, sobre parte de la ruta que debía recorrer el avión. La última posición conocida de la aeronave antes de desaparecer de las pantallas de los radares se sitúa a medio camino entre las costas de Malasia y Vietnam.
Sin embargo, según el Wall Street Journal y la cadena de televisión ABC, los investigadores creen que el avión continuó volando durante cuatro horas, tras haber desaparecido de las pantallas de radar una hora después de despegar de Kuala Lumpur.
La sospecha se apoya en una señal automática transmitida vía satelital por el avión durante cinco horas, tras la desaparición. Estos sistemas se conectan a uno o a varios satélites, según la fuente.
Si efectivamente continuó volando durante ese tiempo, el avión pudo recorrer 3.500 kilómetros suplementarios y alcanzar el océano Índico, Pakistán o incluso el mar de Arabia, señalan los cálculos.
El Gobierno malasio examina estas informaciones, indicó a la AFP un responsable de las operaciones de búsqueda, sin precisar más. De momento se ignora si el país va a desplegar medios de búsqueda en esa zona del Índico.
La desaparición del Boeing 777, hace siete días, tiene perplejos a expertos y autoridades. Mientras tanto surgieron diversas hipótesis más o menos razonables, desde una explosión a bordo hasta un secuestro, pasando por problemas técnicos, un ataque con un misil e incluso el suicidio del piloto. El aparato, en cualquier caso, es uno de los más seguros del mundo.
Hasta el jueves, la zona rastreada por los aviones y buques enviados por 11 países cubrían cerca de 27.000 millas náuticas, es decir unos 90.000 km2, similar a la superficie de Portugal. A esa área se añade ahora una parte del océano Índico. Malasia espera hoy la incorporación del Reino Unido.

Detectan
un anómalo movimiento

Expertos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China informaron ayer que detectaron un “evento en el lecho marino”, poco frecuente en la zona y similar a un temblor, en aguas entre Malasia y Vietnam, que por el registro de la hora y lugar podría estar relacionado con la desaparición del vuelo MH370.

GPS, mundo desconocido aún por la aeronáutica

EFE n MADRID
El tan extendido GPS para localizar objetos o personas no se usa en aeronáutica, cuyos protocolos de seguridad para incluir innovaciones son muy rigurosos pese a que esa tecnología aportaría grandes ventajas.
La búsqueda de aviones extraviados, como el de la aerolínea de Malasia, es uno de los mejores ejemplos en los que la tecnología del GPS serviría, explicaron expertos del sector.
Resulta paradójico que la proliferación de aplicaciones de geolocalización, que existen en multitud de ámbitos en la vida diaria, no haya llegado todavía al mundo de la aeronáutica.
Dicha industria no utiliza aún la geolocalización, excepto para temas de navegación y operaciones del tipo aterrizajes.
Es un inconveniente para la localización de aeronaves extraviadas el hecho de que las señales emitidas por la denominada “caja negra” o registrador de vuelo, sean imperceptibles cuando el aparato se encuentra sumergido bajo las profundidades del mar, según los expertos.
Eugenio Fontán, presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación (COIT), insistió en las ventajas del uso de tecnologías como teléfonos móviles dentro de los aviones para casos de emergencia.