La guerrilla comunista de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) deploró ayer la destitución del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y alegó que “afecta de manera grave la confianza” en los diálogos de paz.
“Deploramos la absurda decisión política del presidente (Juan Manuel Santos), que toma la Alcaldía de Bogotá en un verdadero golpe de mano”, dijo el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, al afirmar que la remoción de Petro “afecta de manera grave la confianza” en la mesa de negociaciones de paz, reanudada ayer.
Santos destituyó el miércoles a Petro, una influyente figura de la izquierda colombiana, tras rechazar las medidas cautelares que dictó a su favor la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y designó ayer a un ministro en su lugar.
“Su destitución nos plantea además muchas dudas e interrogantes en torno a la eficacia de lo acordado parcialmente sobre el tema de participación política de la oposición, que es el segundo de los seis puntos de la agenda de paz consensuada con el Gobierno en mayo”, agregó Márquez.
En diciembre de 2013, Petro, de 53 años, fue destituido e inhabilitado políticamente 15 años por la Procuraduría, el órgano responsable de sancionar a los funcionarios en Colombia. La sanción fue a raíz de que la exautoridad decidió reformar el sistema de recolección de basuras y transfirió el servicio de una empresa privada a una pública.