Luchan en Chile por controlar el peor incendio de la historia de Valparaíso
La presidenta Michelle Bachelet suspendió un viaje previsto a Argentina y se reunió esta mañana con los ministros del comité de emergencias. Las autoridades esperan poder controlar el fuego en las próximas 48 a 72 horas.
Once helicópteros, seis aviones y 2.000 efectivos militares y de Carabineros seguían luchando hoy para controlar los focos del peor incendio registrado en la historia del puerto chileno de Valparaíso, que acabó con la vida de 12 personas.
Durante esta madrugada, los focos del incendio reactivados el domingo quemaron unas 250 viviendas más, dijo a radio ADN el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo. A diferencia del domingo, cuando el viento y las altas temperaturas ayudaron a propagar el fuego, para este lunes se esperaban temperaturas más bajas y una mayor humedad, elementos que pueden ayudar al control de las llamas.
La presidenta Michelle Bachelet suspendió un viaje previsto a Argentina y se reunió esta mañana con los ministros del comité de emergencias. Las autoridades esperaban poder controlar el fuego en las próximas 48 a 72 horas y luego investigar el origen del siniestro, realizar una evaluación de los daños e iniciar la reconstrucción.
Según el último balance oficial, el incendio destruyó por completo 2.000 viviendas, dejó 8.000 damnificados y 10.000 evacuados, de los que 1.200 pasaron la noche en albergues y el resto en casas de familiares o amigos.
De los 12 fallecidos, la mayoría eran personas mayores que no lograron salir a tiempo de sus viviendas, como una pareja de ancianos que se negó a dejar su casa y fue encontrada calcinada, abrazados en su cama, explicaron sus vecinos a medios locales.
El fuego iniciado el sábado por la tarde ha quemado 850 hectáreas hasta el momento. Tiene un perímetro de 22 kilómetros y unos 6 kilómetros de largo, según la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
Las llamas afectaron a los cerros donde residen los sectores más pobres, con casas de madera y lata que se encaraman en las pendientes, a veces sin permisos de construcción y lejos de los grifos de agua que necesitan los bomberos para combatir las llamas.
La zona del puerto de Valparaíso, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003, se mantenía a salvo del fuego.
Perder todo
En la escuela Grecia, uno de los ocho albergues habilitados para los damnificados, Carlos Gaona admitió este lunes haber dormido poco, «por las sirenas de los bomberos y la gente que sigue llegando».
«Quedamos con lo puesto, en la calle, perdimos todo. Somos una familia de siete personas y la primera noche en el albergue fue triste, más que nada por los niños, que nunca habían vivido esto, pero nos han tratado muy bien», dijo a la AFP Ericka Cáceres.
Muchas personas perdieron todas sus pertenencias, sus posesiones materiales y sus recuerdos familiares en el incendio que se propagó rápidamente debido a fuertes vientos, pero también por la compleja geografía del lugar y la presencia de basura en los aledaños de la zona forestal de La Pólvora, en la parte más alta de los cerros, donde se inició el fuego. Algunos de los pobladores se resistieron durante la segunda noche a abandonar sus hogares, ante el temor de perder todas sus posesiones por el fuego o a manos de ladrones que aprovechan el caos.
«Yo no dejo lo poco que tengo. Son 15 años de esfuerzo y hasta que no vea mi casa en el piso no me voy. Mi esposa y mis cuatro hijos están en el albergue», explicó a la AFP Arturo Gómez, habitante del cerro de Mariposa, uno de los más afectados por el incendio.
Apoyo psicológico
Además de las tareas de reconstrucción del lugar, la ministra de Sanidad, Helia Molina, afirmó que habrá que dar apoyo psicológico a los afectados debido al estrés y la angustia que padecen.
«En este caso se pierde todo, las pertenencias, los afectos, los recuerdos, las fotografías, es un duelo que va más allá de la pérdida de la casa y eso tiene un impacto en la salud mental y física también», explicó.
La comuna de Valparaíso se mantiene en ‘situación de catástrofe’, tras el estado de excepción decretado por la presidenta Michelle Bachelet para que las Fuerzas Armadas tomaran el control de la seguridad y resguarden a los damnificados.
El incendio suma un nuevo desafío para Bachelet, quien a un mes de asumir la presidencia con un ambicioso programa de reformas estructurales, deberá reordenar sus prioridades. Además del incendio, hace dos semanas el norte de Chile se vio afectado por un fuerte sismo de 8,2 grados de magnitud.
Pese a todo, Bachelet mantenía sus actividades oficiales previstas para este lunes en Santiago, con el anuncio de la creación de una comisión para la reforma del sistema de salud privado.