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Putin amenaza con enviar tropas si Ucrania no va al diálogo

El presidente ruso, Vladimir Putin, dejó hoy la puerta abierta a una intervención en Ucrania, una amenaza velada que coincide con la apertura de las negociaciones a cuadro bandas en Ginebra en busca de una salida a la crisis.

Estas primeras conversaciones entre Rusia, Estados Unidos, Ucrania y la Unión Europea se iniciaron por la mañana en la ciudad suiza al tiempo que sigue subiendo la tensión en el terreno, con la muerte de tres militantes prorrusos durante la madrugada en el este del país.   El presidente ruso aseguró en un programa televisivo de preguntas y respuestas que un agravamiento de las tensiones podría «obligarle» a enviar tropas al país vecino.

«Espero realmente no verme obligado a usar este derecho», dijo el mandatario en un programa televisivo de preguntas y respuestas, recordando que la cámara alta del Parlamento ruso le autorizó el pasado 1º de marzo a enviar tropas para defender los derechos de los rusos y rusohablantes mayoritarios en gran parte del este de Ucrania.

El jefe del Kremlin, que esta semana ya evocó el riesgo de una «guerra civil» en Ucrania, exhortó a las autoridades ucranianas a aceptar el «diálogo», a través de las conversaciones de Ginebra, y alertó del peligro de que la ex república soviética cayera en «el abismo».   También desmintió que hubiera fuerzas rusas implicadas en los disturbios registrados en el este de Ucrania. Y reclamó de nuevo «garantías» para los derechos de las poblaciones de habla rusa en estas regiones orientales ucranianas.

En respuesta a la pregunta de un periodista ruso, Putin también aseguró que la OTAN, a la que pertenecen algunos países vecinos, no le daba miedo. «Podemos asfixiarlos a todos, ¿por qué tiene miedo?», insistió.

Y, en una advertencia a Moldavia, pequeño país proeuropeo, el presidente ruso consideró que Transnistria, un territorio separatista, debería poder «decidir sobre su propio destino». –

¿Diálogo de verdad?

En la reunión diplomática de Ginebra que se inició por la mañana participan el canciller ruso, Serguei Lavrov; la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton; el secretario de Estado norteamericano, John Kerry; y el ministro de Exteriores ucraniano, Andrei Deshchitsa. Antes de iniciar las conversaciones, los cuatro dirigentes prácticamente no hablaron a las cámaras.

Kerry dijo en el avión que lo llevaba a Ginebra que esperaba ayudar a establecer «un verdadero diálogo entre Rusia y Ucrania», indicó un alto responsable de la diplomacia estadounidense.   Apenas unas horas antes del inicio de la reunión, las fuerzas de seguridad ucranianas repelieron un ataque contra una unidad de la guardia nacional en Mariupol (sureste), con saldo de tres militantes prorrusos muertos y trece heridos, según el ministro ucraniano del Interior, que también dio parte del arresto de 63 militantes.

En el terreno, las fuerzas ucranianas acumulan los reveses frente a los grupos armados en la región de Slaviansk, ciudad emblemática de la última serie de insurrecciones prorrusas, controlada desde el sábado por fuerzas separatistas.

El miércoles, manifestantes y hombres armados rodearon una columna de la 25º Brigada Paracaidista ucraniana a pocos kilómetros al sur de Slaviansk y obligaron a sus efectivos a deponer las armas. Milicianos con uniformes no identificados se apoderaron de seis vehículos blindados y los incorporaron, con banderas rusas, a la defensa de Slaviansk.

El presidente ucraniano, Olexandre Turchinov, anunció el jueves la disolución de la columna, a la que acusó de «cobardía», e indicó que sus miembros serán procesados.

En Donetsk, ciudad rusohablante del este, una veintena de hombres armados y encapuchados ocuparon el ayuntamiento.

Según Ucrania y las potencias occidentales, los milicianos separatistas, llamados «hombres verdes» en Ucrania, son soldados de élite rusos como los que operaron en Crimea.

Estados Unidos y los europeos advirtieron también que, si no se encuentra una solución diplomática en Ginebra, se preparaban a reforzar sus sanciones contra Rusia.

El presidente estadounidense, Barak Obama, «fue muy claro: si Rusia no aprovecha esta oportunidad para una desescalada, aumentará el precio a pagar», advirtió un diplomático estadounidense que viajó con Kerry. La Casa Blanca indicó el miércoles que Estados Unidos «prepara activamente» nuevas sanciones contra Rusia.

«Cada vez que Rusia adopte este tipo de iniciativas, con el propósito de desestabilizar a Ucrania y violar su soberanía, habrá consecuencias», repitió Obama a CBS News. Los rusos «como mínimo han apoyado a las milicias no estatales en el sur y este de Ucrania», acusó.

El presidente francés, François Hollande, indicó también el jueves que la Unión Europea contemplaba ampliar las sanciones en caso de fracaso en Ginebra.

Para el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, la «vía diplomática» sigue siendo posible y «es la única manera de estabilizar la situación». A su llegada a Ginebra, se dijo dispuesto a dialogar con Rusia, pero excluyó hablar de una federación, como piden Moscú y los insurgentes.   Por su parte, la Unión Europe aceptó el jueves la propuesta rusa de organizar un encuentro sobre la «seguridad» del suministro de gas ruso a través de Ucrania, indicó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.