La Cancillería de Ucrania anunció ayer que ya ha dado los primeros pasos para aplicar los acuerdos de Ginebra, como la suspensión de la fase activa de la operación antiterrorista y el inicio de un debate sobre la reforma constitucional.
“Ucrania llama a las partes signatarias de los acuerdos de Ginebra a que hagan el mayor de los esfuerzos para impedir una escalada en el este de Ucrania”, apunta la Cancillería en un comunicado.
El Servicio de Seguridad de Ucrania ha decidido interrumpir todas sus operaciones en las insurgentes regiones orientales, en particular en Donetsk, durante las fiestas de la Pascua ortodoxa, que coincide este año con la católica.
La que no ha sido suspendida es la campaña de incautación de armas ilegales entre la población civil lanzada por el Ministerio del Interior. Además, el Gobierno de Kiev ha dado plazo hasta el 1 de octubre para presentar las propuestas de reforma constitucional con el objetivo de descentralizar el Poder Ejecutivo, como demandan los prorrusos, aunque sin llegar a romper el Estado unitario.
Kiev se propone conceder mayores competencias presupuestarias, impositivas y administrativas a las regiones, a lo que se suma la posibilidad de otorgar el estatus de oficial en sus territorios al idioma ruso. El comunicado recuerda que el Ejecutivo ha preparado un proyecto de amnistía para los participantes en los disturbios masivos en las regiones surorientales que se aplicará a aquellos que depongan las armas y desalojen los edificios oficiales ocupados.
La amnistía no afectará a los militantes prorrusos que hayan cometido delitos graves.
Por otra parte, el ministro de Exteriores de Ucrania, Andréi Deschitsa, se reunió en Kiev con representantes de la misión especial de la OSCE, que será la que garantice la aplicación de los acuerdos a cuatro bandas.
Moscú devuelve 6 buques a Ucrania
Rusia ha devuelto a Ucrania seis buques de guerra que habían sido retenidos desde finales de marzo en el puerto de Sebastópol y en el lago Donuzlav, anunció ayer la presidencia ucraniana.
Según la fuente, la flota rusa del mar Negro desbloqueó la salida del lago Donuzlav, donde hundió dos barcos para que a los buques ucranianos se les acabara el suministro y cayeran en manos de la entonces república separatista de Crimea, ahora territorio ruso.
Los buques, que han izado la bandera ucraniana en sus cubiertas, se dirigen al puerto de Odessa, la nueva base de la Flota ucraniana del mar Negro.
La devolución se produce dos días después de que Ucrania, Rusia, EEUU y la Unión Europea firmaran un acuerdo.