Treinta y cuatro autobuses de una compañía privada fueron incendiados en la madrugada de ayer por al menos seis delincuentes fuertemente armados en el garaje de una empresa en Osasco, a 25 kilómetros de Sao Paulo, sin causar víctimas, anunció la Policía.
Del total, 23 vehículos fueron completamente destruidos y 11 dañados parcialmente, lo que representa un daño económico de 10 millones de reales (unos 4,48 millones de dólares), según el gerente de la empresa Auto Viaçao Urubupunga, Miguel de Albuquerque. La Policía indicó que se trataba, probablemente, de represalias por la muerte de un narcotraficante el lunes por la noche.
El secretario de Seguridad Pública del estado de Sao Paulo, Fernando Grella, aseguró por su parte que quemar autobuses se ha convertido en una estrategia de ciertos grupos para dar visibilidad a sus reivindicaciones.