Combates en el este de Ucrania se intensifican
Acuerdo. Los inspectores europeos de la OSCE fueron liberados
Las tropas ucranianas recuperaron ayer el control sobre Kramatorsk, tras expulsar a los milicianos prorrusos de varios edificios oficiales en esa ciudad, uno de los bastiones insurgentes en la región de Donetsk (este).
Las fuerzas leales a Kiev retomaron el edificio del Servicio de Seguridad de Ucrania y la torre de televisión, donde han suspendido las emisiones de los canales rusos y reanudado la transmisión de la televisión nacional, según medios locales.
“Solo resistimos en la plaza central. El resto ha sido tomado por la Guardia Nacional y (la organización ultranacionalista) Sector de Derechas”, aseguró un portavoz insurgente a la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti.
Según el Centro Antiterrorista de Ucrania, cinco soldados habrían muerto en la operación contra los insurgentes, donde el Ejército perdió varios helicópteros. A su vez, los prorrusos denunciaron la muerte de unos 20 civiles desarmados que intentaban impedir con escudos humanos el avance de las tropas militares (Kramatorsk) y de los ultranacionalistas (Slaviansk).
Por otra parte, Ucrania declaró dos días de luto por la muerte de 46 personas en Odesa, en su mayoría en el incendio que se declaró en la Casa de los Sindicatos de ese puerto del mar Negro cuando los prorrusos se cobijaron en el edificio tras enfrentamientos violentos con los proucranianos. La mayoría de víctimas habrían muerto asfixiadas por el humo, mientras ocho habrían perecido al saltar por las ventanas para huir de las llamas, según el Ministerio del Interior local.
“Las autoridades de Kiev no solo son directos responsables, sino que son cómplices directos de esas acciones criminales. Tienen las manos manchadas de sangre”, afirmó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin. Peskov denunció que con la “connivencia” de Kiev “los radicales y extremistas quemaron vivos a gente absolutamente desarmada”.
Liberación. Mientras se recrudecían los combates en los dos principales bastiones insurgentes, las milicias prorrusas del este de Ucrania liberaron ayer a los siete inspectores militares europeos secuestrados por espiar para la OTAN. El desenlace feliz fue posible gracias a la mediación del enviado especial del Kremlin, Vladímir Lukín.
El diplomático ruso viajó a Slaviansk, plaza fuerte de los sublevados donde los inspectores permanecieron retenidos durante una semana, y los acompañó hasta un puesto de control, donde presidió su entrega al secretario general del Consejo de Europa, Thorbjørn Jagland.
“No han sido intercambiados por nadie. Ha sido un acto voluntario y humanitario. Estamos muy agradecidos al jefe de la ciudad”, dijo Lukín, en alusión al autoproclamado alcalde de Slaviansk, Viacheslav Ponomariov.
Los insurgentes prorrusos acusaron a los inspectores (tres alemanes, un polaco, un danés y un checo, y un intérprete alemán) de espiar para la OTAN, y únicamente liberaron a un sueco al segunda día por motivos de salud y por tratarse de un país neutral.
Inspectores regresan a Alemania
Retorno
Los observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) liberados ayer, tras pasar más de una semana retenidos por militares prorrusos en el este de Ucrania, llegaron el sábado a Berlín, donde les recibió la ministra germana de Defensa, Ursula von der Leyen. Según fuentes militares germanas, los cinco ucranianos que acompañaban al grupo de la OSCE y que también fueron puestos libertad fueron trasladados a la capital de su país, Kiev.
Rusia pide suspender acciones militares
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, pidió ayer al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, que obligue a Ucrania a suspender las acciones militares y a retirar las tropas del este rusohablante del país.
Lavrov, quien acusó a Kiev de “declarar la guerra a su propio pueblo”, subrayó que el cese de la operación antiterrorista lanzada por Kiev y el repliegue de las tropas debe ser “inmediato”. “La operación de castigo en el sureste de Ucrania sumirá al país en un conflicto mortal entre hermanos”, agregó en una conversación telefónica con Kerry. Asimismo, instó a Kerry a conminar a Kiev a liberar a los participantes en las protestas prorrusas, en línea con la amnistía estipulada por los acuerdos de Ginebra.
Al respecto, destacó la importancia de aprovechar el potencial mediador de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para garantizar el cumplimiento de esos acuerdos, lograr reducir la tensión y abrir un diálogo nacional en Ucrania, en particular sobre reforma constitucional.
“Aún hay posibilidades, con la condición de que haya presencia en este proceso de representantes de todas las regiones y de que se ate en corto a los terroristas del (grupo ultranacionalista) Sector de Derechas, que organizaron una sangrienta carnicería en Odesa”, indicó.