Nuevos combates mortíferos estallaron el lunes en el este de Ucrania, en una escalada de la violencia que aumenta el riesgo de que se desate una guerra civil y ante temores de Rusia de que la paz en Europa se vea amenazada.

Un intenso tiroteo tuvo lugar el lunes en las afueras del bastión separatista prorruso de Slaviansk, en el este de Ucrania, según constató un periodista de la AFP.

Estos combates dejaron cuatro muertos y unos 30 heridos entre las filas de las fuerzas del orden ucranianas, anunció el ministerio del Interior. Los rebeldes utilizan a la población como «escudo» e incendiaron viviendas causando víctimas, agregó el ministerio en un comunicado.

Según la administración regional de Donetsk, un civil murió y 15 resultaron heridos por disparos durante la operación en Slaviansk.

Un helicóptero Mi-24 del ejército fue derribado con un arma pesada hacia las 11H30 GMT cerca de Slaviansk. Los pilotos sobrevivieron, indicó el ministerio de defensa. Se trata del cuarto aparato que el ejército ucraniano pierde desde el viernes.

Posteriormente, se escuchó por primera vez cerca del centro de Slaviansk ráfagas de armas automáticas, lo que sugiere que el ejército estaba ganando terreno, según la AFP.

«Mi misión es eliminar a los terroristas», había declarado previamente el ministro ucraniano del Interior, Arsen Avakov, quien se encontraba en un retén cerca de la zona de combate.

«La única táctica es avanzar poco a poco hacia el centro de la ciudad», añadió.

El jefe de la Guardia Nacional, Stepan Poltorak, observó por su parte que sus adversarios «están bien entrenados y bien equipados».

«Los hemos acorralado en el centro» de Slaviansk y «las carreteras (en la zona de combate) están cerradas, no se permite el paso de civiles», explicó Poltorak.

«Hacen de todo para obligarnos a utilizar armas pesadas, pero no lo haremos para evitar que sufra la población civil», agregó.

Un comandante rebelde, Vadim Orel, afirmó por su parte que el ejército ucraniano había disparado desde un helicóptero y había utilizado misiles en una localidad a 5 km de Slaviansk.

La paz en Europa amenazada

Rusia advirtió por su parte el lunes sobre el riesgo de que se produzca una «catástrofe humanitaria» en las ciudades asediadas por el ejército ucraniano en el este del país, es decir Slaviansk y la ciudad vecina de Kramatorsk.

«Constatamos ya una penuria de medicamentos y se está comenzando a producir interrupciones de suministros de alimentos», afirmó el ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado.

Poco antes, Moscú denunció en un «Libro Blanco» violaciones «masivas» de los derechos humanos en Ucrania por parte de «las fuerzas ultranacionalistas, extremistas y neonazis».

La crisis de Ucrania amenaza la estabilidad y la paz en Europa si la comunidad internacional no responde de manera adecuada a esas violaciones «masivas» de derechos humanos, afirmó Rusia.

«Las consecuencias para la paz, la estabilidad y el desarrollo democrático de Europa podrían ser tan destructivas, que hay que poner fin por completo» a las violaciones, indicó el ministerio.

La lista «permite asegurar que estas violaciones tienen un carácter masivo», indicó el ministerio en la introducción de este informe de 80 páginas.

El presidente interino de Ucrania, Olexander Turchinov, había denunciado antes, en la televisión, que Ucrania sufría una agresión.

«Esto es una guerra contra nosotros y debemos estar listos para detener esta agresión», dijo refiriéndose a los incidentes de Odesa del viernes pasado, en los que murieron más de 40 personas.

Para el presidente Turchinov, «el objetivo (de los prorrusos) es derrocar el gobierno en Kiev» y anunció la instalación de puestos de control en la capital y en otras ciudades del país, «donde pueden haber saboteadores, provocadores».

«Esperamos provocaciones el 9 de mayo», día festivo que conmemora en Ucrania y en Rusia la victoria contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, añadió.

Ban Ki-moon dispuesto a mediar

Frente a esta nueva degradación de la situación, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ofreció su mediación en la crisis.

«Estoy dispuesto a desempeñar un papel si es necesario», dijo Ban a la AFP durante una visita a Abu Dabi.

Paralelamente, el ministro interino de Relaciones Exteriores ucraniano, Andrii Deshchytsia, y su homólogo ruso, Serguei Lavrov, asistirán el lunes por la noche a una cena de trabajo junto a otros diplomáticos, a la víspera de una reunión del Consejo de Europa el martes en Viena.

El presidente de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), Didier Burkhalter, viajará a Moscú el miércoles para hablar con el presidente ruso, Vladimir Putin.

Los dos discutirán «sobre la puesta en marcha de mesas redondas bajo la supervisión de la OSCE, para facilitar un diálogo nacional antes de la elección presidencial» prevista el 25 de mayo en Ucrania, indicó el domingo un portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel.

El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank Walter Steinmeier, apostó el domingo por una segunda conferencia de Ginebra, pese a la ausencia de resultados concretos de la primera.

Kiev, Moscú, Washington y la UE firmaron un primer acuerdo en Ginebra a mediados de abril para reducir la tensión en Ucrania y lograr una estabilidad política y económica.