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Cae economía argentina y alimenta presagios de recesión

La economía argentina se contrajo 0,9% en marzo sobre igual mes del año pasado, según reconoció el Gobierno de Cristina Kirchner, un dato que sumado al desplome de sectores clave de la producción industrial y alta inflación, alimenta el peor presagio de los economistas: el de una recesión para este año.

Este lunes los economistas discutían el alcance de las cifras, en un país en el que se palpa la caída del salario real y la reducción del consumo, y se registra un descenso de la producción, de la venta de las automotrices y un frenazo en la construcción.

Al mismo tiempo, la inflación se sitúa en 11,9% en lo que va de año.

«Según nuestras estimaciones estamos con un estancamiento de la economía y caída de la actividad económica que creemos retrocederá 1% para todo este año», dijo a la AFP Nadin Argañaraz, economista del Instituto de Estudios Económicos IERAL de la Fundación Mediterránea, privado.

Según Argañaraz, la desaceleración económica «ya está instalada con una caída del crédito, de la inversión y del salario real».

«La economía está complicada, pero hay que destacar que la recesión se da por sectores, no es generalizada», afirmó.

En cambio para el economista Mariano Lamothe, de la consutora Abeceb, el retroceso, aunque tenga impactos más fuertes en sectores clave como la construcción y la industria automotriz, golpea a la economía en su conjunto.

«Tenemos dos trimestres consecutivos de caídas del PIB (Producto Bruto Interno) en números desestacionalizados, lo que indica clara recesión», afirmó.

Técnicamente, una recesión se establece cuando el PIB se contrae en dos trimestres consecutivos medidos sobre iguales trimestres del año anterior.

Según un informe de Abeceb, «el PIB acumula dos períodos sucesivos en terreno (levemente) negativo, requisito que comúnmente se utiliza para determinar la existencia de una recesión».

De esta manera, sostiene Abeceb, «en el primer trimestre de 2014 se advierte una caída anualizada de 1,6%, luego de verificarse una contracción de 0,3% anualizada en el cuarto previo».

Lamothe dijo sin embargo que «no se trata por ahora de una recesión profunda con destrucción masiva del empleo», aunque advirtió que de seguir la tendencia, el PIB caerá 1,5% este año.

Según el estatal Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC), la industria en su conjunto se contrajo un 6% en marzo en relación al mismo mes del año anterior, mientras la construcción cayó en igual medida en ese lapso.

«Hay determinados impactos cuya repercusión se ve más rápidamente en el nivel de empleo como lo que sucede en la industria automotriz donde ya vemos suspensiones, y eso es algo que golpea fuertemente a las economías regionales, por ejemplo en Córdoba» (centro), donde tienen sus plantas de producción las principales automotrices, señaló Lamothe.

La inflación, aunque mostró una tendencia a la baja en abril(1,8% contra 2,6% del mes anterior) en gran parte por la caída del consumo, alcanzó casi el 12% en los primeros cuatro meses del año, en tanto economistas coinciden que rondará el 30% en 2014.

«De acuerdo a los datos que tenemos, estamos encaminados en un sendero de estanflación», asegura Argañaraz al considerar que Argentina transitará el 2014 con una conjunción de alta inflación y recesión.

«Si técnicamente estamos en recesión o no es una discusión estéril que carece de importancia», opinó de su lado el economista Eduardo Blasco, de la consultora Maxinver.

«La realidad es que tenemos un grave problema porque el ajuste de variables que hizo el gobierno en los ultimos meses, tanto en el sector cambiario (devaluación) como en el de tarifas, va a afectar el nivel de actividad y el nivel promedio de calidad de vida de la población», dijo.

El gobierno propició una devaluación del peso frente al dólar del 18%, en tanto eliminó subsidios a los principales servicios públicos, lo que implicó fuerte aumento de tarifas, a la vez que incrementó la tasa de interés para poner freno a la inflación, lo que terminó por encarecer el crédito y frenar inversiones.

«Este año no será maravilloso, habrá más ajuste, pero es la evolución lógica de un proceso inevitable, nada sorpresivo», afirmó Blasco.