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Deja de existir el Subcomandante Marcos y ahora renace ‘Galeano’

El líder de los zapatistas, el Subcomandante Marcos, anunció que deja de existir o más bien que “nunca vivió”, solo fue una “estrategia” para llamar la atención hacia los indígenas, y que renace ahora con el nombre de Galeano, un compañero recientemente asesinado.

En un extenso comunicado publicado ayer en la madrugada, el líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de México, anunció que a partir de ahora “por mi voz ya no hablará la voz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional”.

En el texto, Marcos repasa su historia de 30 años con el grupo rebelde que declaró la guerra al Ejército mexicano y afirma que fue “creado” por los indígenas tras la irrupción armada de 1994 cuando la prensa se centró en él por ser mestizo.

“Empezó así una compleja maniobra de distracción, un truco de magia terrible y maravillosa, una maliciosa jugada del corazón indígena que somos, la sabiduría indígena desafiaba a la modernidad en uno de sus bastiones: los medios de comunicación”, apunta el documento y añade que el personaje fue creado y que ahora los zapatistas lo destruyen.

Desentierro. Horas después se publicó el comunicado en el que se cuenta que la desaparición de Marcos estaba planeada desde hacía tiempo, pero esperaban “el momento indicado” hasta que ocurrió el asesinato del indígena José Luis Solís Sánchez, alias Galeano, el 2 de mayo, por lo cual los zapatistas decidieron ir a “La Realidad” a “desenterrarlo”, para que vuelva a caminar y a enseñar.

“En lugar de Galeano ponemos otro nombre para que Galeano viva y la muerte se lleve no una vida, sino un nombre, unas letras vaciadas de todo sentido, sin historia propia, sin vida. Así que hemos decidido que Marcos deje de existir hoy”, señala.

En sus acostumbradas posdatas, Marcos comenta que está en el infierno junto con personajes rancheros mexicanos como Piporro, Pedro, José Alfredo por “machista” y se despide: “Ahí se ven, raza, y manden tabaco” y al final de la página “resucita” y firma el comunicado como “Subcomandante Insurgente Galeano”.

El primer golpe fue  en 1994

Enero

Los combates entre el EZLN y el Ejército duraron 12 días en Chiapas, fronterizo con Guatemala, y se cobraron decenas de muertos, la gran mayoría zapatistas.

Pedido

La guerrilla, inspirada en Emiliano Zapata, reclamaba el derecho a la tierra, vivienda, educación, salud y empleo.

Figura

Emergió la figura del Subcomandante Marcos con su discurso indigenista y anticapitalista.

Enfermedad

Entre 2006 y 2012 se dijo que estaba enfermo; incluso que padecía cáncer. El guerrillero siempre lo negó y se burló de todas las historias que surgían sobre él.

Sebastián Guillén dio vida al guerrillero

AFP

El Subcomandante Marcos, enigmático líder de la guerrilla zapatista en territorio mexicano, se convirtió desde su alzamiento armado en 1994 en una figura carismática mundial a favor de los derechos de los indígenas y en contra del capitalismo. El encapuchado guerrillero, cuyo verdadero nombre es Rafael Sebastián Guillén, nació en 1957 en la ciudad portuaria de Tampico (Tamaulipas). Fue el cuarto de ocho hermanos.

De piel blanca, cabello largo castaño y nariz aguileña, Guillén fue un estudiante sobresaliente y voraz lector. Se graduó en Filosofía y Letras en la pública Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y fue un profesor universitario que reivindicaba la justicia social, hasta que un día se esfumó del mapa.

El 1 de enero de 1994, el mismo día que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio de México con Estados Unidos y Canadá, ocurrió un inesperado alzamiento armado de una desconocida guerrilla llamada EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) en la montañosa región de Chiapas.

Al frente del grupo armado indígena estaba un criollo al que se conocía como Subcomandante Marcos, que protegía su identidad con un pasamontañas y una gorra y no se separaba de su pipa.    Los combates duraron 12 días en Chiapas, fronterizo con Guatemala, y se cobraron decenas de muertos, la gran mayoría zapatistas.

Tras un alto el fuego se abrió un proceso de diálogo sobre las reivindicaciones de la guerrilla que, inspirada en el líder revolucionario Emiliano Zapata, reclamaba el derecho a la tierra, vivienda, educación, salud y empleo en comunidades de Chiapas, una de las regiones más pobres y con mayor número de población indígena de México.

   En los diálogos emergió la figura del Subcomandante Marcos y su discurso indigenista y anticapitalista, que no tardó en sobrepasar las fronteras de Chiapas y convertirse en una referencia para parte de la izquierda mundial y los movimientos estudiantiles y antiglobalización de aquel entonces.