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Estudiantes y profesores chilenos vuelven a marchar contra la reforma educativa de Bachelet

Miles de estudiantes chilenos marcharon acompañados de profesores este martes en una nueva manifestación contra la reforma educativa del gobierno de Michelle Bachelet, de la que desconfían que pueda lograr educación pública de calidad y sin lucro.

La marcha, convocada por las principales organizaciones estudiantiles del país, comenzó en la céntrica Plaza Italia y transcurrió por el centro de Santiago en un ambiente festivo con la participación de unas 80.000 personas, según los estudiantes. La policía todavía no ofrecía cifras.

Al finalizar el recorrido, se registraron algunos disturbios aislados y enfrentamientos con la policía.

En la tercera manifestación convocada bajo el gobierno de Bachelet, el movimiento estudiantil mostró nuevamente su rechazo a los primeros proyectos de la reforma educativa del gobierno, que consideran insuficientes, y en los que buscan mayor participación.

«El gobierno se ha apropiado de nuestras consignas pero no se ha apropiado del contenido de esas consignas. Está planteando mantener el sistema capital dentro de la educación de mercado», dijo a la AFP Luis Yañez, presidente de la SUTE, Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación, que agrupa a profesores y auxiliares docentes.

Un primer paquete de leyes para acabar con el copago de las familias y el lucro en escuelas subvencionadas así como con la selección que segrega por origen socioeconómico, es criticado por estudiantes por no alcanzar a su juicio a eliminar las lógicas de mercado en la educación.

El proyecto obligará a las escuelas subvencionadas a convertirse en fundaciones sin fines de lucro, o en caso de negarse, el Estado se ofrece a comprarles su infraestructura para seguir operando el colegio. También tienen la opción de convertirse en colegios privados.

«Subvencionados, no vendidos» o «Solo con la fuerza del movimiento estudiantil erradicaremos al mercado de la educación», eran las consignas de algunas pancartas que desfilaron por las principales calles de Santiago.

«Si las propuestas de Bachelet se llegaran a concretar si que sería algo distinto a lo que se ha hecho hasta ahora, pero tengo dudas de que no se vayan a boicotear» o se maquillen, dijo Christopher Álvarez, estudiante de 24 años que compagina un trabajo de ocho horas con estudios de docente y reclama gratuidad.

El ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, por su parte ha pedido en reiteradas ocasiones «paciencia» y «confianza» ante la impaciencia de los estudiantes que lo acusan de querer dejar a todos contentos, y ha ofrecido una mesa de participación.

Desde 2011, los estudiantes exigen con masivas manifestaciones una formación pública de calidad, en un país con uno de los sistemas educativos con más desigualdades del mundo, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).