El movimiento islamista Hamas amenazó el miércoles a Israel con vengarse del asesinato de un joven palestino, que podría tratarse de un acto de represalia por la muerte de tres jóvenes israelíes.

El asesinato del joven palestino provocó una oleada de condenas de los dirigentes israelíes y palestinos, pero también internacionales, como la de Estados Unidos, que alertó del deterioro de la situación a causa de los actos de venganza.

Israel «pagará el precio por esos crímenes», declaró Hamas, que considera a este estado «responsable directo» del asesinato.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, pidió al gobierno israelí «que castigue a los asesinos, si quieren la paz entre el pueblo palestino e israelí», así como «medidas concretas en el terreno para poner fin a los ataques de colonos».

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que anunció la apertura de una investigación, lamentó este crimen «abyecto» e instó a todas las partes a no tomarse la justicia por su mano.

El ministro de Seguridad Pública de Israel dijo que se verificaron «todas las pistas de investigación», pero que el motivo de la muerte no podía «determinarse por el momento».

El adolescente palestino, Mohamad Abu Khdeir, de 16 años, fue secuestrado el martes cuando se dirigía a una mezquita cercana a su casa en el barrio de Shuafat, en Jerusalén Este, ocupada y anexionada por Israel.

La policía israelí confirmó el hallazgo de su cuerpo con «marcas de violencia» en un bosque de Jerusalén Oeste, si bien descartó vincular este asesinato con la muerte de los tres jóvenes israelíes, secuestrados el 12 de junio en la Cisjordania ocupada y hallados muertos el lunes.

«El cadáver es el de mi hijo», confirmó a la AFP Husein Abu Khdeir, quien no pudo determinar la causa de la muerte.

Ansam Abu Khdeir, primo del joven, indicó que testigos anotaron la matrícula del vehículo en el que el joven fue secuestrado, que la policía está investigando.

La policía israelí elevó el estado de emergencia en el país.

En el barrio de Shuafat, donde vivía el muchacho palestino asesinado, al menos 65 personas resultaron heridas, tres de ellas por munición real y 35 por pelotas de goma, en los enfrentamientos entre jóvenes palestinos y la policía israelí desde primeras horas de la mañana, según la Media Luna Roja.

Durante la noche, ocho proyectiles se lanzaron desde la franja de Gaza, controlada por Hamas, entre ellos, dos cohetes interceptados por la defensa antimisiles israelí, según el ejército. La aviación israelí respondió con un ataque contra una rampa de lanzamiento.

Unos 3.000 manifestantes se concentraron asimismo durante la noche en la ciudad de Gaza en un llamamiento de Hamas para denunciar la muerte del joven palestino, constató la AFP.

En un comunicado, el ex primer ministro de este movimiento islamista en Gaza, Ismail Haniye, instó a la comunidad internacional a «asumir su responsabilidad para detener estos crímenes» israelíes.

Llamamientos a la calma

Desde el descubrimiento de los cuerpos de los tres jóvenes israelíes el lunes en el sur de Cisjordania, la policía israelí ha reforzado sus efectivos en el territorio. Israel atribuye a Hamas el asesinato de los tres israelíes, pero el movimiento islamista niega su implicación.

En este contexto, unas 200 personas participaron el martes en una manifestación antiárabe en Jerusalén, que degeneró en una «caza de árabes», según testigos.

Un portavoz militar anunció que el ejército actuará «con firmeza» contra los soldados que aparecen en las redes sociales con mensajes racistas, que apelan a vengar la muerte de los jóvenes israelíes.

La Casa Blanca instó este miércoles a israelíes y a palestinos a no entrar en una peligrosa espiral de represalias, mientras que el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó el asesinato del joven palestino e hizo un llamamiento a la calma.

«Estamos muy preocupados por los últimos acontecimientos (…) e instamos a todas las partes a ejercer la máxima contención», indicó por su parte la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton.

La familia de Naftali Frankel, uno de los tres jóvenes israelíes asesinados en Cisjordania, lamentó la muerte del joven palestino.

«Un asesinato es un asesinato, sin importar la nacionalidad o la edad. No hay ninguna justificación, ningún perdón o expiación», añadió la familia.