Hamas dispara cohetes contra Jerusalén tras mortífera ofensiva israelí en Gaza
El ejército israelí también anunció la muerte de cuatro palestinos que ingresaron en Israel por mar y atacaron una base militar con ametralladoras y granadas de mano.
Hamas reivindicó el martes disparos de cohetes contra Jerusalén y Tel Aviv, en respuesta a una vasta ofensiva aérea israelí contra el movimiento islamista palestino que dejó al menos 27 muertos en la franja de Gaza.
Los bombardeos aéreos israelíes en gaza han causado 23 muertos, incluyendo un niño de 8 años y dos adolescentes menores de 20 años. Las fuerzas israelíes mataron a cuatro militantes de Hamas que habían atacado una base justo al norte de la franja de Gaza. La ofensiva ha dejado más de 100 heridos.
En Jerusalén, las sirenas sonaron en torno a las 19H00 GMT. Al menos cuatro relámpagos iluminaron el cielo en el suroeste de Jerusalén, a 165 km al norte del enclave palestino, en el momento en el que se oyeron tres violentas explosiones.
«Por primera vez, las Brigadas Qasam golpearon Haifa con un cohete R160, la Jerusalén ocupada con cuatro cohetes M75 y Tel Aviv con cuatro cohetes M75», afirmaron las brigadas Ezedin al Qasam, en un comunicado.
Una explosión se registró en Ramat Raziel, a 10 km al suroeste de la ciudad. Según la policía, no hubo heridos ni daños en los alrededores.
Las sirenas también se oyeron por primera vez en el norte de Tel Aviv, 60 km al norte de la franja de Gaza, pero no se señaló ningún incidente en un primer momento en Haifa, un centenar de km más al norte.
Unas horas antes, el ejército había anunciado haber interceptado un cohete que se dirigía a Tel Aviv. Todos los refugios antiaéreos de Tel Aviv y de Jerusalén estaban abiertos.
Tras una serie de disparos de cohetes el lunes que respondían a ataques israelíes en el enclave palestino, el ejército israelí lanzó durante la noche su ofensiva aérea contra Gaza más violenta desde noviembre de 2012.
Esta nueva escalada se originó el 12 de junio, tras el secuestro y asesinato de tres estudiantes israelíes en Cisjordania, seguido del asesinato de un joven palestino quemado vivo la semana pasada.
Las decenas de ataques lanzados en el marco de esta operación bautizada «Barrera protectora» han dejando al menos 17 muertos y más de un centenar de heridos en la franja de Gaza, según el portavoz de los servicios de emergencias, Ashraf al Qudra.
El ataque más sangriento se produjo en Jan Yunis, en el sur de la franja, donde un misil lanzado contra una casa mató a ocho personas, entre ellas un niño de ocho años y dos adolescentes. También hubo 25 heridos.
Según testigos, un avión teleguiado israelí lanzó una bengala de advertencia, que llevó a vecinos y allegados a rodear la casa señalada como objetivo, para tratar de protegerla. Pero poco después, un avión F-16 disparó un misil que destruyó la vivienda.
El Hamas calificó este ataque de «espantoso crimen de guerra», y advirtió que «todos los israelíes se han convertido ahora en blancos legítimos de la resistencia» palestina.
El ejército israelí también anunció la muerte de cuatro palestinos que ingresaron en Israel por mar y atacaron una base militar con ametralladoras y granadas de mano.
El brazo armado de Hamas reivindicó esta acción, pero no dijo haber registrado víctimas, afirmando que sí había numerosas víctimas israelíes. Las Brigadas Ezedin al Qasam precisaron haber disparado «10 cohetes Katyusha» contra dos bases, una de las cuales está cerca del kibutz de Zikim, en la costa sur de Israel.
«Golpear duro a Hamas»
Según el ejército israelí, 130 cohetes lanzados desde Gaza cayeron en el sur de Israel este martes, sin causar víctimas, y la fuerza aérea de Israel atacó 150 «posiciones terroristas».
«Israel no tolerará disparos de cohetes contra sus ciudades», declaró el martes por la noche el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
«Por lo tanto hemos ampliado de forma significativa nuestras operaciones contra Hamas y las otras organizaciones terroristas de Gaza (…). Israel no tiene ansia de guerra pero la seguridad de nuestros ciudadanos es nuestra preocupación primera», insistió.
Un portavoz militar, el general Moti Almoz, dijo que han recibido órdenes de «golpear duro a Hamas» y confirmó que Israel se plantea una ofensiva terrestre. Este martes ya había decenas de tanques apostados en la frontera con Gaza.
El gabinete de seguridad autorizó el martes la movilización de 40.000 reservistas en previsión a una posible operación terrestre.
«Estamos dispuestos a librar una batalla contra Hamas que no terminará en unos pocos días (…) Hamas va a pagar un precio muy alto», advirtió el ministro de Defensa, Moshe Yaalon.
El disparo de cohetes ha sido condenado por Washington y la ONU. Estados Unidos también afirmó este martes que estaba preocupado por los civiles de Israel y de Gaza, que están «expuestos al conflicto por causa de la violencia de Hamas», indicó Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca.
Por su parte, el presidente palestino, Mahmud Abas, ha exigido a Israel que ponga fin «de inmediato» a su campaña, y a la comunidad internacional que intervenga «para detener la peligrosa escalada que podría provocar más destrucción e inestabilidad en la región».
Ante el cariz que toma la situación, la Liga Árabe ha pedido una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.