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Tuesday 23 Apr 2024 | Actualizado a 16:19 PM

Un avión de línea con casi 300 personas a bordo derribado por un misil en Ucrania

Un asesor del ministerio ucraniano del Interior, Anton Gueraschenko, aseguró que el avión fue abatido por un misil Buk, "graciosamente ofrecido a los terroristas por Putin". Mientras que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió una "investigación internacional completa y transparente".

/ 17 de julio de 2014 / 23:39

Un avión de línea malasio con 298 personas a bordo fue derribado por un misil, según responsables estadounidenses, en una zona de Ucrania controlada por separatistas prorrusos, y las dos partes en conflicto se achacan la responsabilidad de la tragedia.

El aparato, un Boeing 777 de Malaysia Airlines que iba de Amsterdam a Kuala Lumpur, desapareció de los radares a eso de las 16H20 locales (13H20 GMT), cuando volaba a 10.000 metros de altitud. Iban a bordo 15 tripulantes y 283 pasajeros, 154 de ellos holandeses, indicó la compañía aérea.

Periodistas de la AFP comprobaron en el lugar la magnitud del desastre, sin hallar señales de que hubiera sobrevivientes, en coincidencia con testigos presenciales de la caída del avión cerca de la aldea de Grabove, en la región de Donetsk.

Cadáveres mutilados, maletas y pedazos del fuselaje destrozado estaban desperdigados en una vasta zona.

Analistas de inteligencia norteamericanos «creen firmemente» que un misil tierra-aire derribó al avión y están revisando la información para determinar si fue disparado por separatistas prorrusos, por tropas rusas del otro lado de la frontera o por fuerzas del gobierno de Kiev, dijo a la AFP en Washington un funcionario que pidió no ser identificado.

El vicepresidente estadounidense Joe Biden se mostró apenas más cauto. «Aparentemente (…), y digo ‘aparentemente’ porque no tenemos todos los detalles aún, (el avión) fue derribado. No fue un accidente», declaró.

Mensajes colgados -y en algunos casos rápidamente retirados- en internet por grupos separatistas, así como escuchas realizadas por los servicios ucranianos, dejan pensar que el avión fue derribado por error por los rebeldes, que lo tomaron por un aparato militar ucraniano.

El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de emergencia para tratar el asunto el viernes.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió una «investigación internacional completa y transparente».

Cruce de acusaciones

El presidente ruso, Vladimir Putin, achacó a Ucrania «la responsabilidad de la terrible tragedia».

Pero su par ucraniano, Petro Poroshenko, dijo que se trataba de un atentado «terrorista», un término que las autoridades de Kiev emplean para referirse a los separatistas.

Poroshenko aseguró además que las fuerzas armadas ucranianas no habían realizado «disparos que hubiesen podido alcanzar objetivos en el aire».

Un asesor del ministerio ucraniano del Interior, Anton Gueraschenko, aseguró que el avión fue abatido por un misil Buk, «graciosamente ofrecido a los terroristas por Putin».

Los misiles tierra-aire Buk tienen un radio de 42 km y pueden alcanzar blancos a 25 km de altura. Un portavoz militar ucraniano, Andrey Lysenko, había afirmado pocas horas antes de la caída del avión que los separatistas habían recibido ese tipo de armamento.

Los rebeldes prorrusos, en cambio, afirmaron en su página internet que el Boeing había sido «atacado por un caza ucraniano» y que se trataba de «una provocación deliberada».

Los separatistas anunciaron su intención de transportar los cuerpos de las víctimas a Donetsk y de enviar las «cajas negras» a Moscú, para que sean examinadas allí. Pero esos aparatos registradores de las incidencias de vuelo aún no se habían hallado el jueves por la noche, según dijo a la AFP un jefe de los rebeldes.

Un comandante separatista señaló en su página Facebook que los insurgentes habían derribado un avión de transporte militar ucraniano An-26, prácticamente a la misma hora de la caída del avión malasio.

«Acabamos de derribar un A-26 cerca de Snijné, escribió a las 13H37 GMT el comandante Igor Strelkov, «ministro de Defensa» de la «República Popular de Donetsk», junto a un video que muestra una espesa humareda negra en el presunto lugar del incidente. Las imágenes de ese video tienen un gran parecido con otras de Youtube presentadas como las del avión de pasajeros malasio.

Los incidentes aéreos se multiplicaron en los últimos días y agravaron la tensión entre Rusia y Ucrania, exrepública soviética.

Kiev acusó directamente a Rusia de haber derribado el lunes un An-26 y el miércoles un avión de combate Sukhoi Su-25, aunque Moscú rechazó formalmente cualquier responsabilidad en esos hechos.

Esta es la segunda catástrofe que golpea este año a Malaysia Airlines, después de la misteriosa desaparición en marzo del vuelo MH370 que cubría el trayecto Kuala Lumpur-Pekín con 239 personas a bordo, del que se carecen de noticias hasta ahora.

Impacto en los mercados

El organismo de controladores europeos (Eurocontrol) ordenó cerrar el espacio aéreo del este de Ucrania hasta nuevo aviso.

El gobierno francés pidió a las aerolíneas evitar el espacio aéreo ucraniano y la compañía alemana Lufthansa, así como la estadounidense Delta, anunciaron que sus aviones evitarán sobrevolar el país.

La noticia del desastre provocó una baja en las bolsas de Estados Unidos y Europa y un alza de casi dos dólares en el barril de crudo de referencia (WTI) en Nueva York, por temores de una escalada de tensiones en la zona.

«Es francamente una muy mala noticia», comentó Grégori Volokhine, de Meeschaert Financial Services. «Pone en duda la seguridad de las rutas aéreas en esta región del planeta y en otras regiones», como Medio Oriente, agregó.

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Un avión de línea con casi 300 personas a bordo derribado por un misil en Ucrania

Un asesor del ministerio ucraniano del Interior, Anton Gueraschenko, aseguró que el avión fue abatido por un misil Buk, "graciosamente ofrecido a los terroristas por Putin". Mientras que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió una "investigación internacional completa y transparente".

/ 17 de julio de 2014 / 23:39

Un avión de línea malasio con 298 personas a bordo fue derribado por un misil, según responsables estadounidenses, en una zona de Ucrania controlada por separatistas prorrusos, y las dos partes en conflicto se achacan la responsabilidad de la tragedia.

El aparato, un Boeing 777 de Malaysia Airlines que iba de Amsterdam a Kuala Lumpur, desapareció de los radares a eso de las 16H20 locales (13H20 GMT), cuando volaba a 10.000 metros de altitud. Iban a bordo 15 tripulantes y 283 pasajeros, 154 de ellos holandeses, indicó la compañía aérea.

Periodistas de la AFP comprobaron en el lugar la magnitud del desastre, sin hallar señales de que hubiera sobrevivientes, en coincidencia con testigos presenciales de la caída del avión cerca de la aldea de Grabove, en la región de Donetsk.

Cadáveres mutilados, maletas y pedazos del fuselaje destrozado estaban desperdigados en una vasta zona.

Analistas de inteligencia norteamericanos «creen firmemente» que un misil tierra-aire derribó al avión y están revisando la información para determinar si fue disparado por separatistas prorrusos, por tropas rusas del otro lado de la frontera o por fuerzas del gobierno de Kiev, dijo a la AFP en Washington un funcionario que pidió no ser identificado.

El vicepresidente estadounidense Joe Biden se mostró apenas más cauto. «Aparentemente (…), y digo ‘aparentemente’ porque no tenemos todos los detalles aún, (el avión) fue derribado. No fue un accidente», declaró.

Mensajes colgados -y en algunos casos rápidamente retirados- en internet por grupos separatistas, así como escuchas realizadas por los servicios ucranianos, dejan pensar que el avión fue derribado por error por los rebeldes, que lo tomaron por un aparato militar ucraniano.

El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de emergencia para tratar el asunto el viernes.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió una «investigación internacional completa y transparente».

Cruce de acusaciones

El presidente ruso, Vladimir Putin, achacó a Ucrania «la responsabilidad de la terrible tragedia».

Pero su par ucraniano, Petro Poroshenko, dijo que se trataba de un atentado «terrorista», un término que las autoridades de Kiev emplean para referirse a los separatistas.

Poroshenko aseguró además que las fuerzas armadas ucranianas no habían realizado «disparos que hubiesen podido alcanzar objetivos en el aire».

Un asesor del ministerio ucraniano del Interior, Anton Gueraschenko, aseguró que el avión fue abatido por un misil Buk, «graciosamente ofrecido a los terroristas por Putin».

Los misiles tierra-aire Buk tienen un radio de 42 km y pueden alcanzar blancos a 25 km de altura. Un portavoz militar ucraniano, Andrey Lysenko, había afirmado pocas horas antes de la caída del avión que los separatistas habían recibido ese tipo de armamento.

Los rebeldes prorrusos, en cambio, afirmaron en su página internet que el Boeing había sido «atacado por un caza ucraniano» y que se trataba de «una provocación deliberada».

Los separatistas anunciaron su intención de transportar los cuerpos de las víctimas a Donetsk y de enviar las «cajas negras» a Moscú, para que sean examinadas allí. Pero esos aparatos registradores de las incidencias de vuelo aún no se habían hallado el jueves por la noche, según dijo a la AFP un jefe de los rebeldes.

Un comandante separatista señaló en su página Facebook que los insurgentes habían derribado un avión de transporte militar ucraniano An-26, prácticamente a la misma hora de la caída del avión malasio.

«Acabamos de derribar un A-26 cerca de Snijné, escribió a las 13H37 GMT el comandante Igor Strelkov, «ministro de Defensa» de la «República Popular de Donetsk», junto a un video que muestra una espesa humareda negra en el presunto lugar del incidente. Las imágenes de ese video tienen un gran parecido con otras de Youtube presentadas como las del avión de pasajeros malasio.

Los incidentes aéreos se multiplicaron en los últimos días y agravaron la tensión entre Rusia y Ucrania, exrepública soviética.

Kiev acusó directamente a Rusia de haber derribado el lunes un An-26 y el miércoles un avión de combate Sukhoi Su-25, aunque Moscú rechazó formalmente cualquier responsabilidad en esos hechos.

Esta es la segunda catástrofe que golpea este año a Malaysia Airlines, después de la misteriosa desaparición en marzo del vuelo MH370 que cubría el trayecto Kuala Lumpur-Pekín con 239 personas a bordo, del que se carecen de noticias hasta ahora.

Impacto en los mercados

El organismo de controladores europeos (Eurocontrol) ordenó cerrar el espacio aéreo del este de Ucrania hasta nuevo aviso.

El gobierno francés pidió a las aerolíneas evitar el espacio aéreo ucraniano y la compañía alemana Lufthansa, así como la estadounidense Delta, anunciaron que sus aviones evitarán sobrevolar el país.

La noticia del desastre provocó una baja en las bolsas de Estados Unidos y Europa y un alza de casi dos dólares en el barril de crudo de referencia (WTI) en Nueva York, por temores de una escalada de tensiones en la zona.

«Es francamente una muy mala noticia», comentó Grégori Volokhine, de Meeschaert Financial Services. «Pone en duda la seguridad de las rutas aéreas en esta región del planeta y en otras regiones», como Medio Oriente, agregó.

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