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Una chef pide más mujeres en alta cocina

Con la misma discreción con que escondió durante un mes que había sido elegida la mejor chef de América Latina, la mexicana Elena Reygadas levantó en 2010 su aplaudido restaurante Rosetta y quisiera ver más mujeres en la alta cocina: “Sí se puede”, arenga.

Ni siquiera su marido supo de la llamada que recibió anunciándole que la distinguían con el premio Veuve Clicquot a la mejor chef femenina de América Latina de 2014 hasta que fue revelado públicamente el miércoles por la revista británica Restaurant.

“La reina subestimada del panorama gastronómico mexicano” tomó el relevo de la brasileña Helena Rizzo, del restaurante paulista Maní, por haber convertido a Rosetta en uno de los mejores de Ciudad de México gracias a “su cocina sobria, estacional y cuidadosa, pero también llena de imaginación”, argumentó la revista.

Mientras prepara con esmero un aguachile (ceviche picante) a base de la exótica almeja chiluda —o gigante— en la pequeña cocina de su restaurante del barrio bohemio de La Roma, Elena reconoce que recibir este premio le ha resultado “un poco extraño”.

“Hay muchísimas mujeres que cocinan increíble y el hecho de que me hayan reconocido directamente es estimulante, (pero) para nada es que yo piense que soy la mejor chef de América Latina, hay millones”, opina en una entrevista con la AFP esta mexicana de ascendencia española de 38 años, formada en el Instituto Culinario Francés de Nueva York.

Tan o más delicioso que ella cocinan el “matriarcado” de anónimas tehuanas en Oaxaca, considera Reygadas, quien entiende que Restaurant premie a mujeres chef “porque no hay muchas en el mundo profesional y es una forma de alentar a que seamos más”.