Otra ciudad iraquí sitiada por el Estado Islámico
El representante especial de Naciones Unidas para Irak, Nickolay Mladenov, pidió tomar ‘medidas inmediatas para evitar una posible masacre de ciudadanos’ en la localidad de Amerli, sitiada por el yihadista Estado Islámico (EI) hace dos meses.
El representante especial de Naciones Unidas para Irak, Nickolay Mladenov, pidió tomar ‘medidas inmediatas para evitar una posible masacre de ciudadanos’ en la localidad de Amerli, sitiada por el yihadista Estado Islámico (EI) hace dos meses.
Mladenov expresó su “seria alarma” por los informes sobre las “condiciones inhumanas” que sufren los habitantes de esta población, mayoritariamente chiíes y de etnia turcomana.
El EI considera a los chiíes apóstatas, como también hace con perseguidas minorías religiosas como cristianos y yazidíes.
“La situación de la población de Amerli es desesperada y exige una acción inmediata para prevenir una posible masacre”, dijo el representante de la ONU.
Rodeada de poblaciones tomadas por el EI, Amerli, a 180 kilómetros de Bagdad y en la provincia de Saladino, sufre el corte del suministro de agua y comida.
Mladenov pidió al Gobierno iraquí hacer “todo lo posible” para garantizar la llegada de ayuda humanitaria a Amerli o la evacuación de la población.
“Los aliados de Irak y la comunidad internacional tienen que colaborar con las autoridades (iraquíes) para evitar una tragedia”, subrayó.
Estados Unidos comenzó a bombardear el norte de Irak para frenar el avance de los yihadistas y permitir la evacuación y entrega de ayuda a los yazidíes refugiados en el Monte Sinyar.
Irak es escenario de un conflicto armado, con tintes sectarios, desde junio pasado, cuando insurgentes suníes encabezados por el EI lanzaron una ofensiva en la mitad norte del país.
El EI efectuó rápidas conquistas y a finales de ese mes declaró un califato islámico en los territorios de Siria e Irak bajo su control, lo que ha movilizado al campo de batalla a numerosos chiíes.
Coches bomba matan a 15
Al menos 15 personas murieron y 60 resultaron heridas al estallar ayer de forma casi simultánea tres coches bomba en la norteña ciudad iraquí de Kirkuk, indicaron fuentes policiales y médicas.
Dos de los tres coches bomba explotaron cerca de inmuebles en construcción utilizados por las fuerzas de seguridad como puestos de observación. El tercero estalló a la entrada de un mercado.
Este nuevo atentado se produce en un contexto de creciente inestabilidad política y de la violencia en Irak. El viernes, al menos 70 personas murieron a tiros en un ataque de milicianos chiítas contra una mezquita sunita al noreste de Bagdad.
Irak padece además una gran ofensiva de los combatientes sunitas del Estado Islámico (EI). Las fuerzas kurdas e iraquíes tratan de desalojar a los yihadistas del EI de las regiones que conquistaron desde el inicio de su ofensiva, el 9 de junio.