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Acuerdo para poner fin a motín que dejó cuatro presos muertos en Brasil

Las autoridades firmaron el lunes un acuerdo con presos para terminar con un motín en una cárcel de Cascavel, estado de Paraná (sur de Brasil), que ha dejado cuatro reos muertos -dos de ellos decapitados- mientras se aguarda la liberación de dos agentes rehenes.

«Hay un acuerdo firmado entre la policía y los presos para finalizar el motín. Ahora se están trasladando prisioneros a otro penal, porque se destruyó casi la mitad de esta cárcel. Luego se soltarán a los dos agentes rehenes y se da por terminado el incidente», dijo Elson Faxina, portavoz de la secretaría de Justicia de Paraná, a la AFP.

«Del motín participaron unos 800 presos, es decir, el 80% de los reos. Aún la policía tiene que entrar a constatar si hubo más víctimas y los daños materiales», agregó.

En la mañana del domingo un grupo de presos aprovechó la entrega del desayuno para reducir a los agentes penitenciarios e iniciar una revuelta en esta cárcel que cuenta con 1.140 reos y tiene capacidad para 1.181, según información oficial.

El sindicato de agentes penitenciarios aseguró, no obstante, que la capacidad real del recinto es de 900 presos.

Dos decapitados

Durante la revuelta, dos prisioneros fueron decapitados y otros dos murieron tras ser lanzados desde los techos de los pabellones por los reos amotinados, de acuerdo con las autoridades.

La policía no ha podido identificar aún a los cuatro muertos, y los presos han impedido el retiro de los cuerpos de los decapitados del penal, según la Secretaria de Justicia de Paraná.

El domingo 145 presos ya habían sido trasladados a otras cárceles porque eran amenazados por los amotinados, informó la entidad.

Los presos exigían un mejor diálogo con la dirección de la prisión, comida de mejor calidad y una flexibilización del régimen de visitas, de acuerdo con las autoridades.

Las imágenes de un grupo de presos subidos al techo de la prisión, vistiendo camisetas naranjas y con capuchas blancas cubriéndose la cabeza, acaparó las portadas de la prensa brasileña e internacional. En las fotos puede verse a los dos rehenes sin camisa, rodeados de amotinados y con una sábana enrollada apretada al cuello.

El hecho de que haya habido presos muertos hizo pensar a las autoridades en la posibilidad de un enfrentamiento de cuadrillas de narcotraficantes rivales que se disputaban el liderazgo. Un grupo de presos agitó una sábana pintada con referencias a la facción criminal PCC (Primer Comando de la Capital), liderado desde las cárceles del estado de Sao Paulo.

Poco personal, pocos recursos

De acuerdo con el sindicato de trabajadores penitenciarios de Paraná, debido a la falta de inversión en el sistema de cárceles no hay profesionales ni operacionales ni técnicos, tampoco mantenimiento de las unidades en este establecimiento.

«Muchas veces los trabajadores tienen que invertir de su dinero para comprar algunos elementos necesarios para su trabajo», dijo el sindicato en un comunicado el domingo.

«Sin inversiones siempre estaremos expuestos a esto. El preso reclama que la comida es mala, que no hay abogados para que su proceso ande, no hay materiales mínimos de higiene, pocos agentes penitenciarios. Todos esos factores juntos son una tragedia anunciada», precisó.

La Secretaría de Justicia explicó que un total de 159 agentes penitenciarios trabajan en esta cárcel, de los cuales 145 hombres. «Existe sí una carencia de personal, pero hay también una escala de trabajo que cumplir, y a eso pudo haberse sumado alguna falta imprevista», indicó Mara Lucia de Carli, otra portavoz de la Secretaría, a la AFP.

En Brasil hay actualmente 548.000 presos y hacen falta 207.000 plazas suplementarias para evitar el hacinamiento, según la ONG de derechos humanos Conectas, que trabaja en el tema carcelario.