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Al menos 87 soldados ucranianos murieron en los últimos dos días por intentar romper un cerco prorruso

Al menos 87 soldados ucranianos murieron durante el cerco rebelde de la ciudad ucraniana de Ilovaisk, región de Donetsk, informó hoy el mando militar de Ucrania.

«En los últimos dos días hemos recibido 87 cuerpos. Pertenecen a distintas unidades militares. Pero la mayoría son voluntarios», aseguró Mijaíl Logvínov, subcomisario militar de la región de Zaporozhie, a las agencias locales.

Según la prensa ucraniana, muchos de los muertos cayeron al intentar romper el cerco tras negarse a deponer las armas, como les exigían los insurgentes prorrusos.

El jefe de la Rada Suprema (Legislativo), Alexandr Turchínov, pidió hoy al presidente, Petró Poroshenko, que declarara un día de luto nacional debido a la tragedia.

El viernes pasado el líder ruso, Vladímir Putin, se dirigió a los rebeldes para que abrieran un corredor humanitario que permitiera la salida de los soldados ucranianos cercados en Ilovaisk.

En respuesta, los rebeldes aceptaron la propuesta, pero con la condición de que las fuerzas gubernamentales entregaran sus tanques y armas de fuego.

El batallón de voluntarios «Crimea» confirmó el domingo un gran número de bajas en sus filas, que se habrían producido cuando las fuerzas leales a Kiev fueron atacadas al iniciar el repliegue a través del corredor acordado con los rebeldes.

«Ese es el corredor que nos preparó Rusia: cientos de cadáveres y decenas de prisioneros. No había ningún corredor. Nuestra columna fue tiroteada a discreción», señala la nota colgada por el batallón en su página de Facebook.

Según la prensa local, milicianos fuertemente armados habrían rodeado durante días a varios miles de soldados gubernamentales con la ayuda de las tropas y carros de combate rusos.

Mientras, de acuerdo con los separatistas, más de 120 soldados ucranianos habrían muerto o recibido heridas al intentar romper el cerco.