Apenas un punto separa a la presidenta Dilma Rousseff, con 42% de las intenciones de voto, de la ambientalista Marina Silva, con 43%, para el segundo turno de las elecciones de octubre en Brasil, reveló la encuesta Ibope divulgada ayer. Un punto de diferencia es considerado empate técnico porque está dentro del margen de error planteado por la hoja de vida de la encuesta.
El sondeo muestra que la Presidenta se mantiene firme y consiguió reaccionar al auge que tuvo la ecologista Silva, quien se convirtió en la revelación de la elección desde que en agosto confirmó su candidatura en sustitución del socialista Eduardo Campos, fallecido en un accidente de avión.
La encuesta indica que si las elecciones fueran hoy, la Mandataria, una exguerrillera de 66 años del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), obtendría 39% de los votos en primera vuelta (tenía 37% hace dos semanas) y Silva, exministra de Medio Ambiente de 56 años, que disputa los comicios por el Partido Socialista de Brasil (PSB), ganaría 31% (tenía 33%).
Mejora. En un eventual segundo turno electoral, la disputa está indefinida. La resistencia de Rousseff, ya indicada en encuestas al inicio de la semana, coincide con una mejora de la evaluación del Gobierno, que pasó de 31% a 38% entre junio y septiembre, según el sondeo de la encuestadora Ibope, encomendado por la Confederación Nacional de la Industria.
Le encuesta fue realizada del 5 al 8 de septiembre con 2.002 entrevistas y tiene un margen de error de dos puntos porcentuales. Uno de los hechos que salpicó la etapa preelectoral fueron las denuncias contra políticos del exdirector de la petrolera estatal Petrobras Paulo Roberto Costa, en prisión preventiva por lavado de dinero.
Aplausos y pedradas
Campaña
Con aplausos pero también con algunas pedradas que no llegaron a destino, el complejo de favelas de Maré en Río de Janeiro recibió ayer a la presidenta y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, quien estaba resguardada por militares, informó la agencia AFP.
El PT presenta denuncia contra Silva por difamación
AFP
El Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta Dilma Rousseff denunció ayer por difamación a la ambientalista Marina Silva, principal rival para las elecciones de octubre, mostrando un fuerte endurecimiento de la campaña en Brasil.
La denuncia fue presentada por el PT ante la fiscalía electoral en Brasilia por esta declaración de Silva, citada en un comunicado del partido: “No consigo imaginar que las personas puedan confiar en un partido que coloca por 12 años a un director para asaltar los cofres de Petrobras”.
Silva (Partido Socialista) se refería al exdirector de Petrobras Paulo Roberto Costa, preso y acusado de integrar una red de lavado de dinero, quien reveló a la Policía Federal la existencia de un esquema que beneficiaba a varios políticos, sobre todo oficialistas, a cambio de la reducción de su pena, según filtró la prensa.
La campaña oficialista ha subido de tono en los últimos días, y se ha enfocado en atacar el plan de gobierno de Silva, una ecologista de 56 años que asumió la candidatura en lugar del fallecido socialista Eduardo Campos, convirtiéndose en una seria amenaza para Rousseff. En los sondeos más recientes, ambas aspirantes aparecen en empate técnico.