El referéndum escocés da paso a la reforma del modelo territorial
Referéndum. David Cameron generó debate sobre sus propuestas a Escocia
David Cameron ha conseguido ganar el referéndum de Escocia con el 55%, frente al 45% del “no”, pero la victoria puede ser muy amarga. Su oferta de dar a Escocia nuevos poderes fiscales en materias de bie-nestar social y mercado laboral ha desatado la batalla de Inglaterra.
Se ve con recelo ese aumento de poder escocés y la influencia de sus diputados en Westminster al tramitar leyes que no afectan a Escocia.
No solamente la derecha tory, sino Westminster entero puede temblar en un escenario que acerque al Reino Unido a un modelo casi federal. El líder de la oposición y del Partido Laborista, Ed Miliband, ya ha advertido que no firmará con Cameron deprisa y corriendo un acuerdo para extender al conjunto del país el sistema autonómico. Miliband se inclina por transferir nuevos poderes a las regiones inglesas, pero cree que ese es un asunto que se debe discutir en una “convención constitucional”.
El problema de la llamada cuestión de West Lothian (por el nombre de la circunscripción del diputado que la planteó por primera vez en 1977, el laborista Tam Dalyell), es decir, la influencia de los diputados escoceses en los Comunes (la gran mayoría de ellos, laboristas) en materias que afectan solo a Inglaterra y Gales porque en Escocia las decide el Parlamento escocés, se va a incrementar cuando aumenten los poderes del Parlamento escocés y haya más asuntos de Escocia que dejen de ser tramitados en Westminster.
Es un asunto que tiene muchas ramificaciones y mala solución. Nigel Farage, líder del populista Partido para la Independencia de Reino Unido (UKIP), se erigió a sí mismo como portavoz de los intereses de Inglaterra. Tiene mucho que ganar. El voto de muchos ingleses que estos días se han pronunciado contra la concesión de más poder a Escocia si la independencia perdía el referéndum y que se oponían también a compartir la libra con una Escocia independiente.
Nacionalismo. “Inglaterra necesita una voz, ya hemos escuchado bastante a Escocia”, declaró Farage. “Necesitamos diputados ingleses decidiendo en las materias que son solo inglesas”, añadió. Y, horas antes de que también lo hiciera Miliband, se pronunció en favor de que se convoque una convención constitucional en lugar de crear un simple comité, como propuso el Primer Ministro.
También preocupa a un amplio sector del Partido Conservador, que cree que todo lo que está pasando es culpa de Cameron por cometer el error estratégico de eliminar del referéndum la opción de más autonomía como alternativa a la independencia. Eso no habría polarizado la consulta, la independencia habría perdido y los partidos de Westminster no tendrían atadas las manos con las promesas que tuvieron que hacer cuando cundió el pánico al ponerse la independencia por delante en los sondeos.
La solución no es fácil. Una opción es la de un modelo federal, a pesar de la urticaria que eso crea en el Partido Conservador por su asociación con Europa. ¿Debería eso incluir la creación de un Parlamento o una Asamblea de Inglaterra? Es una opción que tiene partidarios. O quizás impedir que los diputados escoceses voten, o incluso que puedan debatir las cuestiones que no afectan a Escocia.
Estabilidad financiera
Moody’s
La agencia Moody’s confirmó la nota de solvencia financiera de Gran Bretaña (“Aa1”).
Economía
Se estima que la victoria del “no” en el referéndum permite “preservar” el marco institucional y presupuestario del país.
Gran ¡uf! de alivio en la City tras la victoria
Un gran suspiro de alivio era perceptible este viernes por la mañana en la City de Londres tras el rechazo por referéndum a una independencia escocesa que habría sumido al Reino Unido en una fase de incertidumbre.
La bolsa de Londres cerró en alza, la libra alcanzó su máximo en dos años frente al euro y los tipos de interés de las obligaciones británicas aumentaron brevemente, reflejo de un retorno de los operadores hacia títulos de mayor riesgo. “El alivio domina en los mercados británicos”, resumió Chris Beauchamp, analista de la sociedad de corretaje IG. “La inquietud vinculada a una posible independencia se ha disipado”, comentó.
La City de Londres (inversores, grandes empresas, prensa financiera) había tomado claramente posición contra la secesión de Escocia. Temía ante todo las incertidumbres generadas por esta independencia para la propia Escocia, sobre su moneda, y sobre la repartición de los ingresos petroleros, de la deuda pública, así como el futuro legal y financiero de las empresas.
La capital temía también —sobre todo— las consecuencias para lo que habría quedado del Reino Unido (Inglaterra, País de Gales e Irlanda del Norte).
Qué ocurrirá ahora en Escocia?
El primer ministro escocés, Alex Salmond, anunció la tarde del viernes su intención de dimitir a causa del no en el referéndum. Mientras, el primer ministro británico, David Cameron, esa misma mañana se ha reafirmado en su promesa de conceder más autonomía a Escocia.
Durante la campaña, los tres principales partidos unionistas —los conservadores, laboristas y liberaldemócratas— se comprometieron a devolver poderes a la región, si triunfaba el no en el referéndum de independencia del jueves. Y así ha sido. Por lo que Cameron ha comparecido ante la residencia oficial de Downing Street, en Londres, para felicitarse por el resultado y confirmar su compromiso político.
Cameron ha anunciado el nombramiento de Lord Smith of Kelvin para supervisar el proceso de devolución de competencias en materia de impuestos, gasto y política social.
Decisiones. Se prevé que antes de las elecciones generales que se celebrarán en mayo de 2015 el paquete legislativo esté listo. Lord Smith of Kelvin será el encargado de supervisar el proceso.
El Gobierno británico publicará antes de final de octubre un documento con sus propuestas. Será a finales de noviembre, según el calendario previsto, cuando Londres presentaría las iniciativas planteadas para que fueran debatidas.
Cameron ha afirmado que el proyecto de ley estará preparado en enero. Un borrador de un nuevo Estatuto de Autonomía de Escocia será publicado antes del 25 de ese mes para que la Cámara de los Comunes lo vote. Con unas elecciones generales en mayo de 2015, sería improbable que el nuevo paquete legislativo fuera aprobado antes de que el nuevo Parlamento sea elegido.