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Los peshmergas, guerreros 2.0 con smartphones y Facebook

La imagen que se tenía de los peshmergas, la de combatientes aguerridos en las montañas kurdas, quedó desfasada. Ahora los jóvenes, a su vuelta del frente contra los yihadistas, visten pantalones vaqueros, consumen bebidas energéticas y llevan un smartphone.

Casi habían sido olvidados desde los años 90 y el final de la insurrección en Irak. Los peshmergas, “los que no temen la muerte”, arrastraban el cliché de hombres de las montañas un poco anticuados pero combativos en su guerra de guerrillas. Siempre con una Kalashnikov en mano.

Pero la ofensiva lanzada en Irak en junio por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) obligó a una nueva generación a vestir el uniforme caqui. Unos jóvenes combatientes modernos, urbanos, embebidos en nuevas tecnologías.

Muchos de ellos crecieron en la ciudad, en un Kurdistán en pleno auge económico que registra desde hace años un crecimiento superior al 10%. Hablan a través de Facebook, Viber o WhatsApp. La guerra que ellos conocen es la de los videojuegos, aunque bien es cierto que muchos aprendieron a disparar con la Kalashnikov familiar.

En Erbil, a la vuelta del frente, cambian el uniforme militar por uno urbano y cuando salen por la noche dejan en el coche un fusil de asalto. A su regreso a la zona de guerra, introducen el smartphone en un bolsillo del chaleco antibalas.

“Es la mundialización, es un nuevo mundo y debemos adaptarnos a él”, comenta el general peshmerga Sirwan Barzani. “Los jóvenes de hoy en día lo tienen todo: tecnología, smartphones. Vi a uno ayer en el frente con un Iphone 6”, comenta la autoridad en el frente de batalla.

En la guerra contra el EI conviven varias generaciones. Están los mayores, vestidos con ropa tradicional, y los jóvenes, con gorra, gafas de sol y smartphone. “¿Tiene Facebook?”, preguntan a los visitantes.

“Los mayores son más fuertes que nosotros”, afirma Mohammed, de 19 años, en los alrededores de Gwer, una localidad arrebatada a los yihadistas en agosto.

“Aunque sean viejos, son más resistentes, conocen técnicas que nosotros no” conocemos, añade.

“Aunque estén entrenados y se les dé mucha información, los jóvenes necesitan a un combatiente experimentado con ellos”, recalca Rashid Yasin Rashid Muzuri, de 63 años, de los que lleva casi medio siglo de vida como un peshmerga.

“La vida de ahora es diferente (…). En nuestros tiempos nos daban solo un mendrugo de pan y había que aguantar una semana con eso. Ahora los jóvenes cuando van al frente quieren platos cocinados”, recuerda.

Sin embargo, la guerra también cambió. “Antes luchábamos en la montaña”, explica Jaled, de 74 años. “En la actualidad el combate se realiza en las llanuras, es mucho más difícil: el enemigo está enfrente de ti, no puedes esconderte”.

“Y en nuestros tiempos disponíamos de las mismas armas que el Ejército iraquí”, añade. “Hoy no es el caso contra el EI”, que se apoderó al comienzo de su ofensiva de armas suministradas por Washington al Ejército iraquí.

Reciben apoyo del extranjero

Efectivos

Actualmente los peshmergas cuentan con más de 190.000 combatientes.

Cooperación

En el pasado, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos entrenó a estos soldados. Ahora, el Gobierno de Francia les envió ayuda militar, de acuerdo con BBC Mundo.

Soldados sin temor a la muerte

Erick Ortega – La Paz

Los soldados que no temen a la muerte, peshmergas, son quienes mayor pelea dan al Estado Islámico. Según el periódico ABC, de España, ni la fuerza iraquí, “incapaz pese a su superioridad numérica, ni la estadounidense, que lleva poco más de un mes con sus ataques aéreos”, han logrado causar más bajas que los temidos peshmergas.

La palabra, según ABC, proviene del persa, pero fue añadida al léxico kurdo durante el corto periodo en vigor de la República Mahabad, reconocida como República de Kurdistán y establecida en 1946 en el noroeste de Irán, con el apoyo de la entonces Unión Soviética.

El Ejército iraní acabó a los 11 meses con este régimen, sin que los soviéticos ofrecieran resistencia. Desde entonces, a los guerrilleros peshmergas se les conoce como “luchadores de la libertad”, según el portal estadounidense Slate.

La agencia AFP indica que más allá de la responsabilidad, el honor o la defensa de la patria, los jóvenes combatientes kurdos tienen muy presente una idea: ser peshmerga permite acceder a un cierto estatus social, ser respetable.

“Una vez me paró la Policía por una infracción de tráfico. Pero cuando ven mis documentos militares de peshmerga, me dejan ir”, asegura un joven combatiente.