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El caso Petrobras calienta la campaña electoral en Brasil

La presidenta y candidata, Dilma Rousseff, y el socialdemócrata Aécio Neves se encuentran enfrascados en una agresiva batalla por los votos a menos de una semana del balotaje en Brasil, y el caso de corrupción en Petrobras ocupa el centro del debate.

Los 148,2 millones de brasileños convocados a las urnas el domingo 26 se encuentran divididos en dos bloques de igual tamaño, mayoritariamente en función de su clase social, que definirán si el Partido de los Trabajadores (PT) prolonga sus 12 años en el poder.

Nieto de un presidente electo que nunca llegó a asumir, Neves, popular exgobernador de Minas Gerais, de 54 años, candidato por el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) lleva una ligera ventaja sobre Rousseff, la exguerrillera de 66 años y delfina del exgobernante Luiz Inácio Lula da Silva, con 51% contra 49%. Sin embargo, los sondeos consideran que ambos están en empate técnico.

La campaña electoral, plagada de ataques cruzados, se calienta a pocas jornadas de los comicios. Neves se ha concentrado en denunciar el bajo crecimiento económico en Brasil, este año cercano a cero, y un gran escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras que habría beneficiado sobre todo al PT y a sus aliados.

La Presidenta brasileña por primera vez admitió el sábado que hubo desvío ilegal de recursos económicos en la compañía. Además, ayer afirmó que tomará “medidas” para castigar a los culpables del esquema de corrupción para supuestamente favorecer a partidos políticos de la base aliada. “Lo que no se sabe es cuánto y quién lo hizo. Eso no se sabe. Ahora una parte importante y fundamental es que voy a tomar todas las medidas en este sentido para garantizar el resarcimiento”.

Neves, por su parte, indicó ayer que el reconocimiento por parte de la Mandataria es “una evolución”, pero que llegó “un poco tarde”. En una rueda de prensa en Río de Janeiro insistió que Rousseff debe brindar una explicación sobre las denuncias que recaen en Joao Vaccari Neto, tesorero del PT y señalado de recibir las coimas.

Y acusó al PT de “trabajar contra la dignidad de las personas que reciben la Bolsa Família”, el programa social bandera del Gobierno.

Celebran debate menos tenso

EFE – SAO PAULO

La mandataria brasileña y postulante a la reelección, Dilma Rousseff, y el líder opositor, Aécio Neves, protagonizaron ayer un debate televisivo más, esta vez menos tenso que los anteriores, pero sin que ninguno de los dos consiguiese tomar ventaja de cara a las elecciones del domingo.

Sin las acusaciones de índole personal que marcaron el anterior debate del jueves, los dos postulantes intentaron elevar el nivel de la campaña con la discusión de temas de interés general como la tributación, el crecimiento económico, la inflación, la seguridad pública, la salud y la educación.

Al final del debate, al ser consultada por periodistas si el cara a cara en la red de televisión Record había sido una “película de amor” comparado con el clima tenso de los otros, Rousseff respondió: “Cuando me dan oportunidad, soy calmada”. No obstante, en su balance del debate, aprovechó para abordar el tema de la crisis hídrica del estado de Sao Paulo, la más grave en su historia y que pone en riesgo el abastecimiento de la mayor ciudad brasileña.