Un estudiante abrió fuego ayer en la cafetería de una escuela secundaria cerca de Seattle (Washington, Estados Unidos), mató a otro alumno e hirió a cuatro más antes de suicidarse. El autor del asesinato ha sido identificado por medios y otros estudiantes como Jaylen Fryberg, un alumno del centro que en los últimos meses había colgado en Twitter varios mensajes de los que se podría deducir que el móvil del tiroteo fue un romance frustrado.
Un adolescente que sobrevivió al ataque contó que en ese momento “había un grupo numeroso de muchachos” en la cafetería. Él estaba tranquilo, sentado allí. Todo el mundo estaba hablando. De pronto lo vi ponerse de pie y sacar algo de su bolsillo. Al principio pensé que alguien estaba haciendo ruido con una bolsa, y luego escuché otras cuatro grandes explosiones. También vi a tres niños caer de su mesa al suelo, como muertos. Me lancé bajo una mesa para protegerme”, añadió.
Este alumno describió el arma como un pequeño revólver que dejó de disparar tras varias detonaciones, y al atacante como un “buen chico” que era conocido por todo el mundo en el colegio y que “actuaba totalmente normal justo antes. Recuerdo haber hablado con él”.