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El Ejército toma el poder en Burkina Faso tras la crisis

El Ejército tomó el jueves el poder en Burkina Faso tras una jornada de violencia desatada por el intento del presidente Blaise Compaoré de perpetuarse en el poder.  El país vivió un día de caos, con el incendio del Parlamento y el asalto a la televisión pública, que provocó la intervención de los militares. Los disturbios dejaron unos treinta muertos y más de cien heridos, según la oposición, que no precisó si el balance se refiere a la capital, Uagadugú, o a todo el país.

La AFP solo pudo confirmar la muerte de cuatro personas y seis heridos graves, internados en el hospital Blaise Compaoré, el más grande de la capital. El jueves por la noche se oyeron disparos cerca de la sede de la presidencia, vigilada por soldados de la guardia presidencial que impedían el acceso al edificio, indicó un periodista de la AFP en el lugar.

El jefe del Estado Mayor del ejército, Nabéré Honoré Traoré, anunció en un comunicado leído por un militar la creación de un “órgano de transición”, que asumirá el poder Ejecutivo y Legislativo y que tiene el objetivo de volver al “orden constitucional” en un máximo de un año.

Por su parte, Compaoré, que llegó al poder en 1987 con un golpe de Estado, dijo en televisión que “entiende” el mensaje de la población pero no habló de su posible dimisión. “Sigo estando disponible para abrir negociaciones con vosotros”, afirmó.

Uno de los líderes de la oposición, Bénéwendé Sankara, pidió la dimisión del Presidente, “una condición no negociable”. “Durante 27 años Compaoré ha engañado a todo el mundo y ahora sigue intentando engañar y manipular al pueblo”, lamentó. Mientras Estados Unidos exhortó una transición pacífica, la Unión Europea pidió el cese de la violencia en el país.