Desesperados y exhaustos, padres de 43 estudiantes normalistas desaparecidos en México en septiembre partieron ayer en caravanas para clamar que sus hijos no fueron masacrados y exigir al gobierno de Enrique Peña Nieto, a una sola voz de “Búsquenlos, están vivos”.
“Estamos seguros de que están vivos y los vamos a seguir buscando, la lucha va hasta el final”, dijo a AFP Felipe de la Cruz, vocero de los padres, antes de abordar uno de los tres autobuses en los que familiares y estudiantes recorrerán más de 1.700 kilómetros hasta el estado de Chihuahua (norte), fronterizo con Estados Unidos.
Esta caravana, encabezada por media docena de padres, fue la primera de tres que parten hacia diferentes regiones desde la escuela rural de maestros de Ayotzinapa (Guerrero, 275 km al sur de la capital mexicana), donde estudiaban los desaparecidos y hoy acampan sus familiares a la espera de que aparezcan.
Alumnos de este centro de fuerte ideología socialista despidieron a los angustiados padres, que llevaban grandes retratos de sus hijos, desaparecidos la noche del 26 de septiembre tras ser atacados por policías corruptos de Iguala, a 120 kilómetros de Ayotzinapa, y narcotraficantes del cártel Guerreros Unidos.
Crisis. “No hay duda de que la pesadilla que vivieron nuestros hijos fue hecha por el Estado, confirma la unión entre autoridades y crimen organizado”, dijo De la Cruz, y subrayó el mensaje que llevarán por un país que suma más de 80.000 muertos y 22.000 desaparecidos desde que en 2006 fue lanzada la ofensiva militar contra los cárteles.
En las calles del humilde pueblo de Ayotzinapa, unos 500 lugareños marcharon en apoyo a las caravanas, que tienen previsto juntarse el 20 de noviembre en la capital mexicana. “Lucho porque no quiero ser el 44”, se leía en la pancarta de un joven. “Fuera Peña Nieto”, “¿Y si fueran tus hijos?», rezaban otros letreros.
Las protestas y reclamos internacionales para que se esclarezca el caso generaron la peor crisis de la presidencia de Peña Nieto, desatada por un crimen que Human Rights Watch considera entre los más atroces de la historia reciente de Latinoamérica.
Los familiares están furiosos con el Gobierno porque creen que no ha hecho lo suficiente por hallarlos y porque Peña Nieto se fue de gira comercial por China y Australia. “No le importó nuestro sufrimiento”, expresó a Epifanio Alvarez, otro de los padres.
Además de golpear la imagen del Presidente, la crisis provocó la caída del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, y del fiscal estatal. También puso en aprietos al PRD, principal partido de izquierda, que ostentaba el poder en Guerrero y en Iguala.
Análisis de restos en Austria
Estudios
La Fiscalía envió al laboratorio de la universidad Innsbruck restos incinerados que teme que pertenezcan a algunos de los 43.
Dudas
El fiscal Jesús Murillo Karam ha dado pocas esperanzas de que los restos puedan ser identificados.
Cambian al titular de DDHH de México
El Senado mexicano eligió ayer a un nuevo titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH, Ombudsman) en medio de la peor crisis de seguridad de la presidencia de Enrique Peña Nieto, generada por la desaparición y posible masacre de 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Luis Raúl González, exfiscal especial para el homicidio del candidato presidencial oficialista Luis Donaldo Colosio en 1994, fue elegido por abrumadora mayoría por el Senado para relevar a Raúl Plascencia al frente del organismo de derechos humanos, informó la Cámara Alta en un comunicado.
Las críticas de políticos y activistas contra Plascencia, que optaba a la reelección, pero no entró en la terna final, se habían acrecentado en las últimas semanas. Al Ombudsman saliente se le ha reprochado falta de agilidad a la hora de investigar graves violaciones a los derechos humanos en México, así como que en ocasiones no ha dado el suficiente apoyo y atención a las víctimas.
Una de sus últimas investigaciones fue la de la muerte de 22 presuntos secuestradores a manos del Ejército en junio en la comunidad de Tlatlaya (centro). La CNDH, un organismo autónomo, pero cuyas recomendaciones a autoridades no son vinculantes, también tiene en marcha una pesquisa por la desaparición de los 43 estudiantes que fueron atacados por policías en Iguala.