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Colombia busca a militar y confía en reanudar la paz

La búsqueda de Rubén Darío Alzate, general prisionero de las FARC, prosiguió ayer en Colombia, con la esperanza de una pronta liberación que permita relanzar el proceso de paz con esa guerrilla comunista, en suspenso al cumplirse el miércoles dos años de su apertura.

El presidente Juan Manuel Santos confía en que las negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se desarrollan en Cuba desde el 19 de noviembre de 2012, lleguen a buen término.

“Yo espero que este impasse se resuelva pronto”, manifestó en un acto en Ataco (Tolima, sur), la región del país donde en 1964 nacieron las FARC. “No importan los obstáculos, los enemigos, llegaremos a la paz”, concluyó el Mandatario colombiano delante de una multitud vestida de blanco que agitaba palomas de papel.

Rastrillaje. Unos 1.500 efectivos, además de helicópteros, aviones, lanchas y otros vehículos, fueron desplegados en una vasta y remota área del departamento del Chocó (oeste), donde el brigadier general Alzate y otras dos personas fueron capturadas el domingo por guerrilleros de las FARC en confusas circunstancias que todavía están bajo investigación.

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, canceló una reunión con el secretario general de la ONU, que debía realizarse en Nueva York, para seguir al frente de la misión de rescate desde Quibdó, capital del Chocó, a unos 630 kilómetros al noroeste de Bogotá.

“Por esfuerzo militar” o de “carácter humanitario, lo que nos importa es que de una u otra manera estas personas lleguen sanas y salvas”, aseguró Pinzón tras analizar la situación con los mandos en esta selvática zona del país, donde los ríos son las únicas vías de acceso. En Quibdó se instalaron tres sillas vacías, a iniciativa del gobierno local y de la Iglesia, en homenaje a los tres rehenes.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) también fue convocado para facilitar una eventual liberación del brigadier general Alzate, retenido por guerrilleros en el caserío Las Mercedes, durante un desplazamiento de civil y sin escoltas junto a otro militar y una abogada, supuestamente para supervisar un proyecto energético.

Este militar, que es uno de los oficiales de más alto rango capturado por las FARC en 50 años de conflicto, encabeza la Fuerza de Tareas Conjuntas Titán, que con 2.500 militares combate las mafias y grupos ilegales que operan en esta empobrecida región del Pacífico colombiano.

La captura de Alzate, un condecorado militar con 31 años en el Ejército, fue la gota que derramó el vaso para Santos, días después de que las FARC ultimaran a dos indígenas en el Cauca (oeste) y tomaran rehenes a dos soldados en Arauca (este).

El Presidente exige la liberación de todos los rehenes para reanudar las conversaciones con la principal guerrilla del país, que oficialmente cuenta con unos 8.000 combatientes.

Las FARC, que se mostraron dispuestas el martes a encontrar una “pronta” y “sensata solución” al problema, culparon al Gobierno por la crisis y reiteraron la urgencia de instaurar una tregua bilateral, opción a la que se opone firmemente Santos.

“No es admisible que quien declara la guerra sin cuartel, en medio de ella pretenda que no se le toquen a sus soldados y generales”, indicó el jefe negociador de las FARC, alias Iván Márquez. El segundo hombre al frente de la guerrilla dijo desconocer si existen contactos para lograr la liberación de los capturados, un tema que, señaló, debe involucrar en Colombia a su jefe máximo, alias Timochenko.

Unasur aboga por acuerdo

Posición

El secretario de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, abogó  por un acuerdo humanitario con las FARC.

Libertad

Ese convenio, manifestó, puede permitir la liberación del general colombiano.