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FARC liberan a general y a otros dos cautivos

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberaron este domingo al general Rubén Darío Alzate, al cabo Jorge Rodríguez y a la abogada Gloria Urrego, secuestrados desde el 16 de noviembre en el noroeste del país.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dirigió el operativo de entrega humanitaria de los tres secuestrados, que ocurrió a las 08.00 hora local. Los tres fueron liberados en un caserío al norte de Quibdó, capital del Chocó, por Félix Antonio Muñoz Lascarro, alias Pastor Alape, alto mando guerrillero que ejerce de negociador en La Habana, desde donde se desplazó.

Tras verificar que los tres liberados se encontraban en condiciones óptimas para viajar, se los trasladó en helicóptero a una base aérea de Rionegro, a pocos kilómetros de Medellín, y desde allí rumbo a Bogotá, y posteriormente llevados al Hospital Militar Central para pasar un exhaustivo reconocimiento médico.

En la base militar, el general y los otros dos secuestrados le explicaron al ministro de Defensa colombiano, Juan Carlos Pinzón, y al Mando Militar las circunstancias que rodearon su extraño secuestro el 16 de noviembre.

Secuestro. Aunque no han trascendido más detalles de la reunión, se presupone que han explicado los pormenores de su secuestro, ocurrido en el caserío de Las Mercedes, en una remota zona del departamento del Chocó (noroeste), la misma región en la que fueron liberados.

La presencia de Pinzón otorga relevancia a un encuentro que va más allá de la mera cortesía por ellos, ya que no se vio un gesto semejante en la última entrega de secuestrados de las FARC, que liberaron el martes a dos soldados a los que recibió el viceministro de Defensa, Jorge Enrique Bedoya. En esa ocasión, el ministro y el general Rodríguez Barragán visitaron posteriormente a los soldados en el Hospital Militar Central en Bogotá.

El secuestro del general Alzate abrió la peor crisis del proceso de paz con las FARC pues dio lugar a que, por su alta graduación, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenara la suspensión de los diálogos de paz que mantiene desde hace dos años en La Habana.

Tras la decisión, el país comenzó a formularse preguntas que ahora, una vez resuelto el secuestro, espera sean respondidas con prontitud. La más acuciante de ellas es cómo es posible que un general a cargo de una unidad antiguerrilla pudiera adentrarse sin protección en una zona donde las FARC son especialmente fuertes.

Alzate, un condecorado general de 55 años, también deberá dar explicaciones al Congreso, que ya anunció que lo convocará para saber las razones de esta aparente violación de las reglas básicas de seguridad.