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La Cumbre de Veracruz termina sin renovarse

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, clausuró ayer la XXIV Cumbre Iberoamericana de Veracruz, que estaba llamada a ser la cita de la renovación, pero sufrió la ausencia de varios de los presidentes, como los de Argentina, Brasil, Cuba y Venezuela.

La cumbre estuvo centrada en los temas de educación, innovación y cultura y ha concluido con una “declaración muy sustantiva” para avanzar en estas materias, dijo la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan.

Grynspan defendió el nivel de convocatoria de la cumbre, pese a que dijo que prefiere evitar la “aritmética de los presidentes”, al indicar que la representación que ha habido, sumando presidentes y vicepresidentes, “es la más alta” desde 2005, junto con la cumbre de Chile en 2007.

La próxima cumbre tendrá lugar en 2016 en Colombia, ya que a partir de ahora, como parte del proceso para revitalizar estos encuentros, se harán cada dos años y no cada año como hasta ahora.

“Hoy tenemos nuevos instrumentos en beneficio de nuestras naciones”, dijo Peña Nieto, al dar por terminado el encuentro entre América Latina, España, Portugal y Andorra, que había comenzado el lunes en Veracruz.

Se acordaron cambios en la estructura de financiamiento de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), la creación de un comité de dirección estratégica entre organismos iberoamericanos y la desconcentración de Segib en oficinas latinoamericanas. Peña Nieto reconoció la presencia por primera vez de Felipe VI como rey de España y dio la despedida a los presidentes de Uruguay, José Mujica, y de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, que participaron por última vez.