Seis nuevas fosas con restos humanos, en este caso diez cadáveres y 11 cabezas, fueron encontradas en el estado mexicano de Guerrero, donde el 26 de septiembre del año pasado desaparecieron 43 estudiantes en un ataque coordinado entre autoridades corruptas y el crimen organizado.
La Fiscalía de esta región informó ayer en un comunicado de que los entierros clandestinos fueron ubicados el martes en la comunidad de Tepehuixco, municipio de Chilapa de Álvarez. En las dos primeras fosas fueron hallados cuatro cadáveres, en la tercera los restos de una persona envueltos en una bolsa plástica, en la cuarta cuatro cuerpos y en la quinta uno más. Casi todos tenían atadas las manos y presentaban huellas de haber sido torturados.