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Rousseff, consternada por muerte de Archer

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo sentirse “consternada e indignada” por la ejecución el sábado de un brasileño condenado a muerte por narcotráfico en Indonesia y llamó al embajador en el país asiático a consultas.

“La presidenta Dilma Rousseff tomó nota —consternada e indignada— de la ejecución del brasileño Marco Archer ocurrida ayer”, comienza la nota oficial divulgada poco después de que las autoridades indonesias reportaran la muerte del brasileño, el primero ejecutado en el exterior.

Un pelotón de fusilamiento ejecutó a seis condenados por narcotráfico, entre ellos cinco extranjeros de Brasil, Holanda, Vietnam, Malaui y Nigeria, informó a la AFP un portavoz de la Fiscalía General en Yakarta.

Llamada. Con el fin de evitar la muerte del exinstructor de vuelo Marco Archer Cardoso Moreira, Rousseff había telefoneado el viernes al presidente de Indonesia, Joko Widodo, para pedirle “como Jefe de Estado y como madre” que detuviera la ejecución.

“La presidenta Dilma lamenta profundamente que ese último pedido, que siguió a tantos otros realizados en los últimos años, no haya tenido acogida por parte del Jefe de Estado de Indonesia, tanto en el contacto telefónico como en la carta enviada, posteriormente, por Widodo”, reza.

Archer fue condenado en 2004 por ingresar más de 13 kilos de cocaína al país asiático en los tubos de un ala delta.