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Diplomática estadounidense se reunió con disidencia cubana

La jefa de la diplomacia estadounidense para América Latina, Roberta Jacobson, sostuvo varios encuentros con disidentes cubanos, visitó la redacción del diario digital 14ymedio y compartió en una recepción con varios miembros de la sociedad civil cubana, según martinoticias.com.

El desayuno de trabajo de Jacobson y los disidentes tuvo lugar en la residencia del jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos, Jeffrey DeLaurentis, en La Habana, a donde los disidentes fueron transportados en bus para evitar que fueran detenidos por la Policía ubicada cerca de la residencia estadounidense, situada en una zona exclusiva de La Habana.

También fue invitada la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, pero ella no acudió aduciendo que la mayoría de los invitados apoya la nueva política estadounidense hacia Cuba, a la que ella se opone. “No participé, mi decisión se debe a que no hubo balance en los participantes en cuanto a diversidad de opiniones”, dijo Soler a la AFP al explicar sus razones para no aceptar la invitación de Jacobson.

Encuentro. Sin embargo, otros críticos del acercamiento entre Washington y La Habana, como Guillermo Fariñas y Antonio González-Rodiles, sí acudieron al encuentro, lo mismo que Héctor Maseda, el marido de la fallecida fundadora y exlíder de las Damas de Blanco, Laura Pollán. “La reunión (con Jacobson) fue muy cordial, estamos complacidos con este encuentro. No puedo hablar por toda la sociedad civil cubana, pero estoy satisfecho con la posición diplomática norteamericana y la democracia norteamericana en todo su sentido plural”, señaló Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos.

“Esta cuestión de que si saludamos o no el diálogo con el Gobierno norteamericano yo diría que es secundaria, que lo importante es que nos mostremos unidos en la libertad, democracia y respeto a los derechos humanos, son las cuestiones fundamentales de este caso”, indicó José Daniel Ferrer, quien dirige un grupo opositor muy activo en el oriente de la isla.

El encuentro con los disidentes se desarrolló en la residencia del jefe de la Sección de Intereses (SINA), que opera en ausencia de embajada. La mansión con lámparas de cristal, cancha de tenis y piscina, está situada en una zona de enormes residencias diplomáticas en el oeste de La Habana.

Jacobson es la funcionaria estadounidense de mayor rango que visita Cuba desde 1980, año en que un enviado del presidente Jimmy Carter se reunió con Fidel Castro, ahora de 88 años y retirado del mando desde 2006, quien ha sido el gran ausente del histórico proceso de acercamiento. Jacobson admitió que los dos países tienen “diferencias profundas” pero buscan normalizar sus relaciones.

Una agenda con temas espinosos

EFE y AFP

Los reclamos estadounidenses sobre respeto de derechos humanos en Cuba, libertades políticas, de expresión y asociación, elecciones libres y fin de la represión a los opositores, son algunos de los espinosos temas a tratar en los próximos años.

Por otro lado, Cuba exige el levantamiento del embargo impuesto desde 1962, ser retirado de la lista de países que patrocinan el terrorismo internacional, y que Washington derogue la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que privilegia a los inmigrantes cubanos ilegales en Estados Unidos.

El embargo y la Ley de Ajuste deben ser eliminados por el Congreso, dominado por la oposición republicana, pero el gobierno de Obama puede retirar a Cuba de la lista de países que apoyan el terrorismo relativamente pronto.

“Creo que estos históricos anuncios de diciembre solo serán cumplidos si se restablecen plenamente embajadas”, opinó por su lado a la AFP el analista Marc Hanson, de la Washington Office on Latin America (WOLA). Tras la ruptura de relaciones en los tensos días de la Guerra Fría, ambos países mantuvieron una escabrosa comunicación a través de las embajadas de Suiza, en La Habana, y Checoslovaquia, en Washington, hasta que en 1977 se abrieron sendas secciones de intereses, que aún operan bajo el paraguas suizo.

Entre otras cosas, Estados Unidos pide libre acceso de los cubanos a su delegación, ahora rodeada de cordones de la Policía cubana, y libertad de movimiento de sus diplomáticos.