Los padres de los estudiantes de la escuela para maestros rurales de Ayotzinapa (Guerrero) que fueron asesinados en septiembre de 2014, insisten en que 42 de ellos están vivos. Denunciaron que la Fiscalía quiere cerrar ya el caso y enviaron una comisión al Comité contra las Desapariciones Forzadas de la Organización de Naciones Unidas, en Ginebra. El crimen todavía sigue sin aclararse.
“Nuestro gobierno nos ha engañado, nos ha ido atormentando, porque siempre lo mismo, ya no le tenemos confianza, una buena respuesta es que dijera que ya tenemos a los muchachos”, declaró ante la prensa a la salida de la audiencia matinal Bernabé Abraján, uno de los progenitores.
Comparecencia. México compareció por primera vez ayer ante el Comité, y se refirió entre otras cosas al tema la desaparición y presumible masacre de 43 estudiantes. Juan Manuel Gómez Robledo, subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Cancillería mexicana, afirmó que “cuando se juzgue y sancione a todos los responsables de estos actos de barbarie y se acredite plenamente el paradero de los desaparecidos, podremos, Estado y sociedad, pasar del dolor a la recomposición del tejido social”.
México firmó la convención contra la desaparición forzada de la Organización de Naciones Unidas, que entró en vigor en 2010.