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Grecia prolongará hoy la financiación de su deuda

El Gobierno griego se mostró optimista antes de presentar hoy su demanda de prolongación de “financiación” europea, pese a que la lucha con sus acreedores internacionales está haciendo surgir temores sobre una eventual salida del euro del país heleno.

Frente al ultimátum de la zona euro, que ha dado de plazo hasta mañana al primer ministro griego, Alexis Tsipras, para que solicite la extensión del programa de ayuda (que expira el 28 de febrero), el Gobierno griego de izquierda radical enviará hoy una carta al jefe de la Eurozona, Jeroen Dijsselbloem, para pedir una prolongación de seis meses de la “financiación” acordada por Europa al país en crisis, pero no el programa en sí.

“Estamos en el buen camino, en un clima de optimismo”, declaró el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, ayer por la noche en Atenas.

“Nuestra propuesta estará redactada de manera tal que responderá tanto a las demandas del lado griego como de los responsables del Eurogrupo”, agregó, un comentario relevante en un momento en el que no abundan las expresiones conciliadoras.

Esta solicitud, por lo tanto, no incluirá el último paquete de austeridad del “memorándum” (programa de ayuda), que Atenas rechaza poner en marcha, y que incluye medidas como la subida del IVA o la flexibilización del derecho laboral en Grecia.

Alemania dejó claro que no está dispuesta a permitir “disociar” las ayudas de las reformas.

“No es aceptable y no será aceptado lanzar una extensión sin que se pongan en marcha las reformas convenidas”, declaró Martin Jäger, portavoz del ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble.

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, se mostró menos drástico: “Es muy importante que todos hagamos los esfuerzos necesarios para evitar una ruptura que sería absurda y dañina para los unos y los otros”.

El ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, se pronunció en la misma línea y aseguró que está “convencido de que el diálogo va a dar resultado”.

Estados Unidos, por el contrario, alertó de los “tiempos difíciles” que esperan a Grecia si no encuentra un acuerdo con la Unión Europea sobre la financiación del país, bajo tutela internacional desde 2010.

Grecia recibió dos signos alentadores: el primero, de uno de sus principales prestamistas, el Banco Central Europeo (BCE), que decidió prolongar dos semanas los préstamos de urgencia para los bancos griegos.

El segundo, en el Parlamento, la elección de un presidente como Prokopis Pavlopoulos, a la vez europeísta y conciliador, por 233 de los 300 diputados.