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La herencia de José Mujica está marcada por las medidas sociales

Hoy José Mujica concluye su mandato presidencial en Uruguay, pero deja un legado social que lo convierte en uno de los líderes más carismáticos de la región. Tanto así que el 65% de los uruguayos lo apoya.

La imagen de un mendigo diciéndole a José Mujica “¡Quiero que seas presidente toda la vida!”, pinta la relación que hay entre la sociedad charrúa y el exguerrillero tupamaro allá por los años 70.

El limosnero le pidió unas monedas al popular Pepe y éste le dio un billete de 100 pesos (unos Bs 30). Además, el Mandatario le increpó con cariño: “No llores, carajo”.

Al dejar la silla presidencial, el exguerrillero tendrá una aprobación del 65%, según encuestas Mori. El politólogo Ignacio Zuasnábar, director de Opinión Pública de Equipos Mori, comentó al portal Subrayado que la aceptación de Mujica fue “muy importante” a lo largo de todo el periodo.

El diario La República explica que la sensibilidad hacia los asuntos de pobreza y las políticas sociales, así como la política de vivienda, fueron los temas más valorados del actual Gobierno.

MEDIDAS. La cadena Telesur hizo un recuento de algunos puntos clave en la política social de Mujica. Así, Uruguay registra el nivel más alto de empleo de la historia. En junio de 2014 el desempleo llegó al 6,8% de la población, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística. El Ejecutivo promovió la generación de más puestos de trabajo.

Las reformas económicas bajaron la tasa de pobreza, sobre todo en zonas rurales, según Telesur. Y, para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Uruguay es el segundo país con menor índice de pobreza y el primero con menores tasas de indigencia.

Durante el lustro de Mujica en el poder, hubo más dinero en los bolsillos. Los salarios subieron hasta en 23% y las pensiones y jubilaciones crecieron en 24%. Estas cifras rompieron todos los antecedentes sociales en aquel país.

La agencia AFP indica que existen cinco medidas claves y revolucionarias por las cuales Mujica dejó su impronta en el Gobierno. La primera es la despenalización del aborto.  

Una ley —de octubre de 2012— despenalizó el aborto durante las 12 semanas de gestación, en forma gratuita en las instituciones de salud del país. Su aprobación hizo de Uruguay el segundo país de Latinoamérica en permitir la interrupción del embarazo, después de Cuba.

Un año después Uruguay se convirtió en el segundo país latinoamericano, después de Argentina, en legalizar el matrimonio homosexual, a través de la ley de “matrimonio igualitario” que fue aprobada por el Congreso.

La tercera medida revolucionaria fue la regulación de la marihuana que se dio en 2013. Una normativa legalizó la producción, distribución y venta de cannabis, el autocultivo y los clubes de consumidores, todo bajo control estatal. El reglamento fue aprobado en mayo de 2014.

El año pasado, como parte de un plan de reasentamiento inédito en la región promovido por el gobernante uruguayo, 42 refugiados sirios —en su mayoría niños— arribaron a Uruguay.

Además en 2014 cuatro sirios, un palestino y un tunecino, exdetenidos en la cárcel de Guantánamo, fueron recibidos en Uruguay.

Por aquellas fechas, Mujica le dio un billete al mendigo que después le dijo que lo quiere como Presidente toda la vida. Mujica respondió… “no, por favor no”.

El hombre que no sirve para ‘jubilado’

EFE y AFP

Infatigable, José Mujica ya advirtió que no sirve “como jubilado tirado en un rincón acariciando recuerdos”, por lo que atenderá las invitaciones “de muchísimas partes del mundo” para impartir conferencias. Pero, ahora está en otra trinchera.

Con su adiós a la jefatura de Estado, a la que no pudo volver a postularse por impedimento constitucional, el viejo guerrillero de 79 años ocupará su lugar como senador, desde donde tratará de ejercer de hombre de diálogo y ayudar, según sus palabras, en “lo que pueda, de buena voluntad”.

Muchas cosas cambiaron en su país desde que asumió la Presidencia y su figura ya es parte de la nación más pequeña de Sudamérica y con una población de 3,4 millones de habitantes.

“El mundo puede que no sepa dónde está Uruguay, pero sí quién es Pepe Mujica”, dijo en una reciente visita el cantautor español Joan Manuel Serrat, para quien la personalidad “franca y honrada” del “gordito campesino uruguayo” ha conectado con el pueblo.

Tabaré Vázquez y la misión de consolidar la labor empezada

Ayuda. Un grupo de ciudadanos refugiados sirios que se instalaron en Uruguay, gracias a la gestión de José Mujica.

EFE

La venta de marihuana en farmacias y la acogida de más refugiados sirios son algunos de los asuntos a los que Tabaré Vázquez, crítico con ellos, deberá hacer frente en su segunda etapa como presidente del país, así como el litigio que Uruguay mantiene con la tabacalera Philip Morris.

Tras gobernar Uruguay de 2005 a 2010 como el primer mandatario de izquierda de su historia, cargo que dejó con una popularidad del 80%, este oncólogo de 75 años asumirá de nuevo la responsabilidad de dirigir el destino de un país que en el último lustro alcanzó altas cotas de exposición mundial favorecidas en parte por la figura de José Mujica, su sucesor en la presidencia.

Se trata de cinco años en los que Mujica estuvo en el punto de mira internacional no solo por su atípica forma de ser, sino por impulsar controvertidas medidas como la que autoriza el cultivo y la venta de la marihuana para luchar contra el narcotráfico, y de gestos humanitarios, como la acogida de refugiados sirios y de presos de Guantánamo.

Sin embargo, se prevé que Vázquez, de orientación socialista y acérrimo luchador contra el cáncer y el tabaquismo, planee revisar alguna de las medidas más controvertidas impulsadas por su antecesor, como la venta de marihuana en farmacias, que todavía está pendiente de implementarse.

“Vamos a cumplir con esta ley y vamos a realizar un seguimiento muy estricto de cómo se desarrollan los acontecimientos y si es necesario modificarla se enviará un proyecto de ley modificativo al Parlamento y éste lo discutirá”, agregó Vázquez durante la primera entrevista que le hicieron, cuando salió electo presidente.

Datos generales de Uruguay

La República Oriental del Uruguay es un país situado en el sureste de América del Sur. Es el segundo más pequeño del subcontinente detrás de Surinam y limita al norte y noreste con el estado de Río Grande del Sur (Brasil) y al oeste con las provincias de Entre Ríos y Corrientes (Argentina). Viven aproximadamente 3,4 millones de  personas.

La República Oriental del Uruguay se rige por un sistema democrático, según la Constitución de 1966. El Gobierno posee tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El presidente del Gobierno ejerce el Poder Ejecutivo durante cinco años.