‘La corrupción apesta’, sentencia el papa Francisco
El papa Francisco clamó contra la corrupción que “apesta y roba la esperanza” a generaciones enteras durante su visita a Nápoles, en el sur de Italia, e instó a sus habitantes a reaccionar contra la Camorra, y condenó el narcotráfico.
El papa Francisco clamó contra la corrupción que “apesta y roba la esperanza” a generaciones enteras durante su visita a Nápoles, en el sur de Italia, e instó a sus habitantes a reaccionar contra la Camorra, y condenó el narcotráfico.
Desde el barrio napolitano de Scampia, emblema de miseria y delincuencia, rodeado de miles de personas, entre ellas numerosos niños, el Pontífice lanzó uno de sus discursos más duros y directos contra los grandes males de Italia: corrupción, desempleo y abandono de los emigrantes.
“Cuánta corrupción hay en el mundo. La corrupción es sucia y la sociedad corrupta apesta. Un ciudadano que deja que le invada la corrupción no es cristiano, apesta!”, dijo usando palabras del dialecto napolitano e improvisando en varias ocasiones.
Francisco, que efectuó una visita relámpago de un día a la gran capital del sur de Italia, durante la cual pronunció seis discursos, pidió a la sociedad napolitana que luche contra la “corrupción y la ilegalidad”, principales causas de sus mayores males.
En un discurso apasionado, dirigido sobre todo a los jóvenes, les invitó “a no dejar que la corrupción y la delincuencia desfiguran el rostro de esta bella ciudad”. “La vida en Nápoles nunca ha sido fácil, pero tampoco ha sido nunca triste. Vuestro gran recurso es la alegría”, indicó desde el barrio que registra el récord de desempleo de Europa (61%), dominado por la temida mafia napolitana.
“La corrupción apesta, la sociedad corrupta apesta, como apesta un animal muerto”, insistió Francisco en la plaza Juan Pablo II del barrio de Scampia.
El Papa, que se tomó selfis con algunos, pidió a los jóvenes que elijan el camino de la educación e invitó a los napolitanos a acoger a los emigrantes.
Contra el tráfico de drogas
Con tono solemne, durante la misa oficiada desde la céntrica e inmensa plaza del Plebiscito, rodeado de fotos de los santos napolitanos, el papa Francisco clamó contra los mafiosos.
“Reaccionen con fuerza contra una organización que explota y corrompe a los jóvenes, a los pobres y frágiles con el cínico comercio de la droga”, instó ante miles de personas.
“A los criminales y a sus cómplices, como hermano, les repito: convertíos al amor y a la justicia”.
En su primera visita a Nápoles, azotada por el paro y las actividades de la mafia, el Papa argentino ha sido clamado por el gentío, saludado a su paso por los jóvenes y los niños que querían tocarlo y hablar con él. Antes de visitar Scampia, Francisco estuvo en el santuario de la Virgen del Rosario de Pompeya, muy venerada por los habitantes de la región de Campania, cuya capital es Nápoles. La ciudad desplegó un imponente dispositivo de seguridad.