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La expresidenta de Petrobras niega haber sabido de la corrupción

La expresidenta de la petrolera brasileña Petrobras, Graça Foster, negó hoy en una comparecencia en la Cámara de los Diputados, haber tenido conocimiento de la red de corrupción que, según las investigaciones, esquilmó miles de millones de dólares de la empresa estatal.

Foster dijo que «nunca» supo del pago de sobornos ni tuvo noticia de otras corruptelas en la empresa, hasta que la Policía Federal descubrió el escándalo hace cerca de un año.

La exdirectiva, que dejó el cargo el pasado febrero en medio del escándalo, subrayó que las ilegalidades ocurrieron «fuera» de la empresa lo que, según ella, explica que no fueran detectadas por los mecanismos internos de la compañía controlada por el Estado brasileño.

El caso se refiere al amaño de contratos de la petrolera con decenas de constructoras y otras proveedoras de servicios, que después pagaron sobornos a los ejecutivos de Petrobras y a los políticos que hicieron posibles los negocios ilegales.

Según las investigaciones, las corruptelas se extendieron por más de diez años e incluso pudieron iniciarse en la década de 1990 y desviaron una cantidad no precisada de miles de millones de dólares.

En su declaración ante la comisión parlamentaria que investiga el caso en la Cámara de los Diputados, Foster dio credibilidad a la posibilidad de que los directores de Petrobras implicados hayan cometido las irregularidades sin su conocimiento o el del consejo de administración de la empresa.

No obstante, dijo que es «difícil de aceptar» que sus subordinados, como los gerentes, pudieran recibir sobornos sin que lo supieran sus superiores.

De este modo, Foster afirmó que «no puede ser verdadera» la declaración ante esta misma comisión del exgerente de Petrobras Pedro Barusco, quien confesó haber recibido sobornos a título individual y es responsable de revelaciones de gran calado político.

Barusco implicó en las corruptelas al tesorero del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), Joao Vaccari, y afirmó que la formación de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, institucionalizó la corrupción en Petrobras y habría recibido unos 200 millones de dólares en dinero ilícito.

Foster declaró hoy por cuarta vez ante una comisión de investigación en el Parlamento, puesto que el año pasado fue convocada otras tres veces por órganos similares para hablar sobre el caso.

A lo largo de las investigaciones, han sido arrestados cinco ex altos cargos de la empresa y una decena de ejecutivos de importantes constructoras.

Algunos de los detenidos aceptaron acuerdos de colaboración con la justicia a cambio de una futura reducción de penas y denunciaron a cerca de 50 políticos que habrían permitido las ilegalidades.