Las autoridades migratorias estadounidenses deportaron hoy al exministro salvadoreño de Defensa y general retirado Carlos Eugenio Vides Casanova, por su implicación en las violaciones de los derechos humanos perpetradas en la década de 1980 en el país centroamericano.
El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS) informó hoy que las autoridades «rechazaron la apelación» contra la deportación de Vides y «mantuvieron» la decisión del juez del caso, quien consideró el «papel (del general) en la comisión de violaciones de los derechos humanos durante la guerra civil salvadoreña».
Por su parte, el Centro para la Justicia y Responsabilidad (CJA), con sede en San Francisco, indicó en un comunicado que Vides Casanova fue deportado hoy a El Salvador tras haber vivido como residente legal en Estados Unidos durante más de 25 años.
«La deportación del general Vides Casanova es un hecho histórico para las víctimas y los supervivientes de los abusos de los derechos humanos cometidos durante la guerra civil salvadoreña», que entre 1980 y 1992, dejó más de 70.000 civiles muertos, resaltó Carolyn Patty Blum, asesora legal del CJA.
Blum calificó la deportación del general como un suceso sin «precedentes» y recordó que Casanova llevó a cabo una «represión horrible durante años en el vértice del poder».
«Este resultado es el testamento de años de duro trabajo realizado por activistas de los derechos humanos en El Salvador y en Estados Unidos y la dedicación de abogados, investigadores y otras personas del DHS», agregó.
El juez migratorio James Grim de un tribunal de Orlando (Florida), ordenó en 2012 la deportación de Vides porque durante su gestión como director de la extinta Guardia Nacional (1979-1982) y ministro de Defensa (1983-1989), había «asistido o participado» en el asesinato de religiosas estadounidenses y tolerado actos de tortura.
A comienzos de marzo de este año la Junta de Apelaciones de Inmigración del Departamento de Justicia de Estados Unidos ratificó la sentencia de deportación contra Vides Casanova.
Según el CJA, el exministro salvadoreño, que permanecía en un centro de detención de la Oficina de Detención y Deportación (ICE) desde marzo pasado, «asistió y participó en la tortura y muertes extrajudiciales de civiles».