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Almagro dice que OEA debe recuperar su fortaleza política

El secretario general electo de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo hoy que ésta ha de ser reconocida como «imparcial, objetiva y equilibrada en sus decisiones y posicionamientos» y expresó la necesidad de que recupere «algunas variables de fortaleza política».

«Hay necesidad de ajuste de lograr cada vez más credibilidad y a través de esa credibilidad más fortaleza política», expresó el excanciller uruguayo (2010-2015), para asegurar que ese es el camino para que la OEA «pueda estar involucrada en los principales temas del continente».

El 26 de mayo asumirá durante los próximos cinco años la Secretaría en sustitución del chileno José Miguel Insulza, tras ser elegido por mayoría el pasado 18 de marzo.

Asimismo, en declaraciones realizadas hoy a Radio El Espectador, también se pronunció con respecto al papel de la organización con respecto a la situación de Venezuela.

«¿Para que la OEA pueda generar un espacio de actuación en Venezuela qué es lo que precisa? Tener la confianza del Gobierno y la de la oposición. Eso significa que la OEA tiene que ser reconocida como imparcial, objetiva y equilibrada en sus decisiones y posicionamientos», aseguró.

También consideró que el organismo «es un foro político importante», que tiene «como interlocutor a la primera potencia del mundo».

A la pregunta de si la OEA está sometida a revisión, Almagro dijo que más que a revisión, la OEA «acaba de aprobar el año pasado una visión estratégica. Demoró mucho esa visión estratégica. La visión estratégica anterior probablemente fuera todavía la de la guerra fría. Todo eso se está revisando, como usted puede apreciar».

«Hoy tenemos otras cosas sobre la mesa para hablar y de otra forma para hablarlas. Cuando la OEA presenta en su visión estratégica como pilares la democracia, los derechos humanos, la seguridad multidimensional y el desarrollo integral tenemos una forma nueva de generar una agenda positiva», agregó.

Tras afirmar que los trabajos de la organización en los últimos cinco años han sido «muy arduos, difíciles y complicados» y «con mucho viento en contra», destacó que «no obstante logró afirmar determinados resultados y logros» que estima positivos.

«Primero cambió la lógica de relación entre nuestros países.

Difícilmente hoy alguien puede acusar a la OEA de ser un ministerio de Colonia y es mucho más y mejor utilizada a veces por los países que aparecen en teoría como más lejanos a la OEA», indicó al respecto.

En este sentido, puso como ejemplo «algunos» países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), y añadió que cuando hay que plantear algún caso sobre Julian Assange, «Ecuador va a la OEA», cuando «hay que reivindicar el funcionamiento de la democracia en Venezuela», este país va a la OEA o cuando «hay que hacer una protesta respecto a los fondos buitres, Argentina va a la OEA».

Almagro, de 51 años, fue elegido por 33 votos -y una sola abstención- en una Asamblea General extraordinaria de la OEA que contó con la asistencia de cancilleres y representantes de los 34 Estados miembros de la organización, a la que pertenecen todos los países de América menos Cuba.

Además, el excanciller destacó hoy que el organismo que dirigirá cuenta con «proyectos en curso que son muy importantes y que a veces la gente no conoce», como el de «facilitadores» judiciales en Latinoamérica o Centroamérica.

Respecto a si su elección como nuevo secretario general se trata de un mérito personal o de la posición internacional de Uruguay, confesó que el mérito «siempre es colectivo».

«La posición que tiene el país hoy en día internacionalmente, y la acumulación de réditos que ha generado en los últimos años a nivel de conocimiento y aceptación de las propuestas y principios que defiende Uruguay es muy alto», matizó.

También opinó que la figura «prácticamente» con componentes «mitológicos» del expresidente José Mujica (2010-2015) ha «redimensionado también el país pero con una base de trabajo «muy firme, muy metódica y sobre propuestas que son alcanzables y realizables», así como un «excelente nivel» de relacionamiento con todos los países del continente.