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Nepal sigue temblando; muertos pasan de 3.200 y heridos de 6.500

Potentes réplicas del devastador terremoto de magnitud 7,8 del sábado sacudieron Nepal ayer, provocando pánico entre los supervivientes de una tragedia que ha dejado más de 3.200 muertos y poco más de 6.500 heridos, cifras que van en ascenso.

Las réplicas, una de ellas de magnitud 6,7, se produjeron durante la noche del sábado y la mañana del domingo, obligando a la gente en la capital nepalí, Katmandú, a pasar la noche a la intemperie o en tiendas de campaña.

“No pudimos dormir en toda la noche. ¿Cómo podríamos haber dormido? El suelo no paraba de temblar. Solo nos queda rezar para que esto se termine y podamos volver a nuestras casas”, dijo Nina Shrestha, un joven que trabaja en el sector de las finanzas.

 Las réplicas también provocaron nuevas avalanchas en el campamento base del Everest, según montañistas presentes, justo después de que los helicópteros de salvamento evacuasen a los heridos del alud del sábado.

 El portavoz del Departamento de Turismo, Tulsi Gautam, informó que hay 61 heridos y que fallecieron 18 alpinistas.

“No sabemos sus nacionalidades, pero la mayoría de ellos serían extranjeros”, dijo a la AFP Ang Tshering Sherpa, presidente de la asociación nepalí de montañismo. El Centro Nacional de Operaciones de Emergencia dio un último balance de 3.218 víctimas mortales y los heridos habían pasado los 6.500, en el peor terremoto en Nepal en 80 años.

 En India, las autoridades estiman en 67 el total de fallecidos, contra un balance anterior de 53. La televisión estatal china afirmó que 18 murieron en el Tíbet.  

El sismo cortó las autopistas de la capital nepalí y provocó daños en el aeropuerto internacional, que tuvo que cerrar “por motivos de seguridad”. Las comunicaciones, la electricidad y el agua corriente han quedado cortadas.

India evacuó a sus ciudadanos atrapados en Nepal en aviones militares, mientras que 62 equipos de rescate chinos llegaron al área con perros entrenados.

“Hemos desplegado todos nuestros recursos para la búsqueda y el rescate”, declaró a la AFP el portavoz de la Policía nacional de Nepal, Kamal Singh Bam.

“Enviamos helicópteros a las áreas remotas. Estamos buscando entre los escombros de los edificios colapsados para ver si podemos encontrar a alguien”.

En Katmandú, centenares de edificios se hundieron. La histórica torre Dharahara, una de las mayores atracciones turísticas de la ciudad, no resistió las sacudidas y sus nueve pisos se vinieron abajo dejando un montón de escombros y, según la Policía, cerca de 150 personas en el interior.

La lluvia de este domingo podría complicar la situación de los damnificados y las labores de rescate. Mientras los equipos de salvamento buscaban entre los escombros, muchos con la única ayuda de sus propias manos, los hospitales se veían desbordados por el número de afectados.

 En el hospital Bir, el más viejo de Katmandú, familiares de las víctimas intentaban espantar a las moscas de los cuerpos, que se amontonaban en el suelo ante la falta de espacio en las morgues.

Los médicos atendían a los afectados, la mayoría con fracturas múltiples y traumatismos, en tiendas de campaña anexas, debido a la gran cantidad de ingresados en el centro, pero también porque muchas personas tenían miedo de entrar al edificio.

Las primeras incineraciones comunes se hicieron en el distrito Pashupatinath de Katmandú, con el humo de las pilas funerarias elevándose entre ruinas de la ciudad completamente devastada.   

217 desaparecidos en el Everest

Los equipos de rescate evacuaron ayer a 32 personas del Everest, que vive una de sus peores tragedias tras las avalanchas provocadas por un terremoto de 7,8 grados en Nepal que han causado 22 muertos, 217 desaparecidos y un número indeterminado de atrapados en la montaña más alta del mundo.

Un seísmo de 7,8 grados en la escala de Richter sacudió el sábado el valle central de Nepal, provocando la muerte de más de 3.200 personas y heridas a poco más de 6.500.

Decenas de viviendas quedaron destruidas, carreteras destrozadas y las telecomunicaciones y conexiones eléctricas muy dañadas en esa zona.

El movimiento telúrico causó varias avalanchas en el Everest que enterraron parte del campamento base donde se encontraban un millar de escaladores y guías, entre ellos 400 extranjeros, que se preparaban para el ascenso en pleno comienzo de la temporada de escalada, de acuerdo con el Ministerio nepalí de Turismo.