Tropas controlan ciudad y Obama critica a policías
Baltimore. Se reactivó la tensión racial tras entierro de joven negro
La Guardia Nacional patrullaba ayer la ciudad de Baltimore, en Estados Unidos, tras los violentos incidentes que según el presidente Barack Obama generan “preguntas preocupantes” sobre las relaciones entre la Policía y las comunidades negras.
Miles de efectivos de la Guardia Nacional y refuerzos de la Policía fueron desplegados en esta urbe donde los incendios se extinguían lentamente y varios negocios fueron enteramente saqueados por manifestantes en las violentas protestas del lunes por la noche.
Los disturbios que paralizaron a Baltimore comenzaron luego del funeral de Freddie Gray, un joven negro de 25 años que murió por severas lesiones en la columna vertebral ocho días después de haber sido detenido por uniformados.
Obama dijo ayer que “hemos visto demasiados casos de agentes teniendo contactos con personas, especialmente negros y casi siempre pobres, en formas que generan preguntas preocupantes”. Expresó simpatía por los líderes de los derechos civiles y las protestas, y por los agentes de policía que tuvo que enfrentarlas, y sugirió que la nación precisa abordar las tensas relaciones entre la Policía y las comunidades negras.
Por eso, añadió, es importante “que el país no preste atención a esas comunidades cuando se incendia una farmacia CVS. Y no prestamos atención apenas cuando un joven es abatido a balazos o resulta con la columna vertebral rota”. La Policía de Baltimore tendrá que hacer “una reflexión”, sostuvo, así como las comunidades que protagonizaron los disturbios. “Pienso que todos como país debemos hacer una reflexión. Esto no es nuevo. Ha sido así durante décadas”.
Un toque de queda fue impuesto en toda la ciudad por un plazo de una semana. El gobernador de Maryland, Larry Hogan, recorrió ayer las calles de la ciudad en la madrugada y visitó una barricada de la Guardia Nacional, donde manifestó que las autoridades asegurarían “que aquello que ocurrió anoche en Baltimore no vuelva a ocurrir”.
Protección. “Esta violencia no será tolerada”, remarcó, frente a la barricada, donde montaban guardia hombres armados con fusiles de asalto. “Para esta noche ustedes verán una masiva presencia de personas en las calles para proteger a los ciudadanos”, adelantó, en una aparente respuesta a las críticas por la demora de las autoridades en reaccionar.
Líderes locales y nacionales formularon un llamado a la calma después de un nuevo capítulo de incidentes provocados por tensiones raciales. Los familiares de Gray se sumaron al pedido. La prensa estadounidense citó fuentes municipales que mencionan por lo menos 15 policías heridos en los disturbios, dos de ellos de gravedad, y unos 200 arrestados.