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Nutridas marchas a favor y en contra de Correa marcan el Día del Trabajo en Ecuador

Decenas de miles de personas a favor y en contra del gobierno marcharon este viernes en Ecuador por el Día del Trabajo, que derivó en nuevo pulso en las calles entre el presidente Rafael Correa y sus opositores.

El mandatario izquierdista, en el poder desde 2007, caminó del brazo de ministros, asambleístas y otras autoridades desde el sur de Quito hasta la céntrica plaza de Santo Domingo. Una multitud lo acompañó con banderas y coreando consignas de respaldo al Ejecutivo.

Ya en la tarima, el mandatario reivindicó varias conquistas laborales como el aumento sostenido del salario mínimo -actualmente en 354 dólares- y el fin de la intermediación laboral, al tiempo que previno a sus seguidores de los planes de la oposición para desgastar al gobierno de cara a las elecciones presidenciales de 2017.

«íNo permitiremos que nos venzan ni en las urnas, ni en las calles, ni en las redes sociales, ni en los medios de comunicación! Porque somos más, muchos más, compañeros», dijo eufórico Correa.

Desde otro punto de la ciudad, una nutrida marcha avanzó y se concentró en una plaza contigua en rechazo a políticas del gobierno. Un fuerte dispositivo policial resguardó las movilizaciones para evitar enfrentamientos.

«Esto es una muestra para decir que el gobierno nacional no ha acertado con sus políticas. El gobierno ya no da más con su proyecto de revolución ciudadana», proclamó Edgar Sarango, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT).

La movilización contra el gobierno reunió a organizaciones de trabajadores, indígenas, estudiantes y ambientalistas que lanzaron arengas contra Correa, mientras portaban carteles en los que se leía «No + Correa» y «El gobierno doblega a la sociedad imponiendo miedo y mintiendo», observaron periodistas de la AFP.

En otras ciudades como Guayaquil (suroeste) y Cuenca (sur) también hubo movilizaciones de apoyo y rechazo al Ejecutivo. Las autoridades no ofrecieron una cifra del número de participantes.

Las iniciativas de la discordia

Correa y sus opositores convirtieron la jornada en una nueva medición de fuerzas, tras las marchas contra el Ejecutivo del 5 y 19 de marzo, que dejaron tres heridos y 13 detenidos.

El presidente, que ha logrado amplio apoyo con políticas a favor de los pobres y una fuerte inversión estatal, defendió medidas como la elevación de impuestos a las importaciones y la eliminación del aporte estatal de 40% a las jubilaciones, en medio de la caída de los ingresos por el bajo precio internacional del petróleo, principal producto de exportación.

De su lado, los grupos opositores protestaron por el proyecto de enmienda constitucional que tramita el Congreso de mayoría oficialista y que le permitirá a Correa postularse a un nuevo mandato en 2017.

Asimismo, alzaron la voz contra la reciente ley que sustituyó el aporte estatal obligatorio de 40% a las jubilaciones que administra un organismo autónomo por una «garantía» de pago cuando no haya recursos para su cubrimiento.

Dicha reforma, que también prevé la incorporación de las amas de casa al sistema de jubilación, le permitirá al gobierno liberar 1.100 millones de dólares anuales. La oposición teme que la falta del aporte fijo del Estado desfinancie en el mediano plazo el fondo de pensiones que cubre a 460.000 ecuatorianos.

«Pedimos que respete a los jubilados y que nos devuelva el 40%», expresó a la AFP Alfonso Yánez, presidente de una asociación de maestros jubilados.

La movilización del oficialismo se vio empañada por la muerte de una asambleísta del partido de Correa en un accidente de tránsito, cuando se dirigía a participar a la marcha en Quito.