El ADN de Alondra, una adolescente mexicana reclamada en Estados Unidos y confundida recientemente con otra menor, coincide con el de madre que la ha buscado durante 8 años, informó el jueves a la AFP una fuente de la Fiscalía de Michoacán (oeste).
«Ya se tiene el resultado (de los análisis de ADN aplicadas a ambas) y fue positivo», dijo una funcionaria de la Fiscalía de Michoacán, donde se llevan a cabo las audiencias sobre el caso que ha mantenido en vilo a México durante semanas.
Ambas deberán esperar aún a recibir la declaratoria oficial sobre la restitución de la custodia para viajar a Houston, Estados Unidos, donde vive la madre, lo que podría suceder en las primeras horas del viernes, concluyó la fuente.
El caso de Alondra Díaz García, de 13 años, se suma a una infinidad de batallas judiciales por custodia, pero el de ella acaparó la atención cuando en abril la misma jueza que lleva esta semana el caso, envió por error a Houston a Alondra Luna, otra joven mexicana con características similares: delgada, morena y de pelo largo.
Alondra Luna fue sacada de su escuela por la fuerza entre llantos y gritos de terror, escenas que impactaron en las redes sociales.
Esa menor volvió a México después de que en Estados Unidos se le aplicaron pruebas de ADN que evidenciaron el grave error de la decisión de la jueza Cinthia Elodia Mercado, que omitió ordenar antes esos análisis.
La misma jueza encabeza las audiencias que se han desarrollado esta semana en Michoacán en presencia de Alondra, entregada voluntariamente por su padre, Reynaldo Díaz, y su madre, Dorotea García, que retiró los cargos contra él, y otros familiares.
«Estoy segura, mi corazón me lo dice y Dios me lo deja saber, que me voy con mi hija de la mano», aseguró el martes la madre de Alondra, Dorotea García, residente en Houston, Estados Unidos, después de abrazarla por primera vez en años en la primera audiencia.
La jueza autorizó el traslado de Alondra Luna porque Dorotea García, después de creer identificarla en redes sociales, se desplazó a Guanajuato (centro), donde creyó identificar a su hija por una cicatriz entre las cejas, según informaron las autoridades estadounidenses.