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Movilizaciones antes del G7

Cerca de 4.000 manifestantes protestaron pacíficamente ayer en Garmisch-Partenkirchen, estación de deporte de invierno en Baviera (sur de Alemania), contra la cumbre del G7 que comenzará este domingo en esa ciudad.

Los manifestantes, activistas antiglobalización, ecologistas, anticapitalistas en gran medida, eran 3.600 según la Policía bávara, 5.000 según los organizadores. La marcha se produjo en medio de una fuerte presencia policial.

Un colorido cortejo (a excepción de los anarquistas, todos vestidos de negro) desfiló por las pintorescas calles de esta localidad alpina de Alemania.
A primera hora de la tarde se registraron algunos incidentes, constató un periodista de la AFP, entre manifestantes y la Policía, que lanzó gases lacrimógenos. Un policía y al menos una manifestante resultaron heridos, según las fuerzas del orden.

Pero fuera de estos choques aislados, la manifestación se desarrolló de forma pacífica, hasta el punto de que la Policía la calificó en un tuit de “protesta alegre”. Ciertos manifestantes portaban la vestimenta tradicional bávara, con pantalones cortos de piel y camisa de cuadros para los hombres, y vestido colorido y delantal para las mujeres.

Los manifestantes protestaban contra la celebración de la cumbre del G7, que reunirá a partir de este domingo a los jefes de Estado y de gobierno de Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido en el castillo de Elmau, a unos 15 kilómetros de Garmisch-Partenkirchen.
“Viva la solidaridad internacional”, gritaban los asistentes

“Es la primera manifestación de toda mi vida, ¡es genial!”, se entusiasmaba Egon Rüppel, de 74 años, interrogado por la AFP.
Los detractores del G7 denunciaron el despliegue policial masivo (al menos 22.000 agentes movilizados) y el cordón de seguridad de varios kilómetros para impedirles acercarse al lugar del encuentro.

En las afueras de Garmisch, un campamento con varios cientos de manifestantes, fue autorizado a última hora por la Justicia, junto al río Loisach.
Algunos se bañaban el sábado buscando un poco de frescor, mientras los habitantes, curiosos, se acercaron a los campamentos. Algunos, incluso, les llevaban pasteles y galletas.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, aterrizó ayer por la tarde en el aeropuerto de Múnich (sur de Alemania), siendo el primer líder en llegar para la cumbre.

El presidente estadounidense Barack Obama partió ayer sábado desde Washington en el Air Force One y se prevé que llegue a la sede de la reunión intercontinental la mañana de este domingo.