El papa Francisco se reunió por quinta vez ayer con la presidenta argentina, Cristina Fernández, con la que conversó por casi dos horas en el Vaticano en medio de un intercambio de regalos.
“La señora Presidenta le quiso manifestar una vez más al Santo Padre su afecto y la cercanía del pueblo argentino y pedirle la bendición para todos sus compatriotas”, aseguró en una nota el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.
Al término del encuentro, particularmente largo, la gobernante entregó a su compatriota numerosos regalos, entre ellos un cuadro del obispo salvadoreño Óscar Romero (1917-1980), el defensor de los pobres, recientemente beatificado, y una canasta con productos típicos argentinos.
También le regaló un libro sobre el patrimonio arquitectónico argentino, otro de Alberto Methol Ferré titulado Los estados continentales y el Mercosur, y una copia del poema Martín Fierro.
Obsequios. El Pontífice, por su parte, le obsequió a la Presidenta de su país un ícono de la Virgen de la Ternura del siglo XI.
Fernández, que estaba vestida de negro pese al calor que reina en Roma, llegó con unos pocos minutos de adelanto al encuentro organizado en un sala anexa al auditorio Pablo VI.
Pocos minutos antes había ingresado al recinto el Papa, quien saludó uno por uno a los periodistas que acompañan a la Mandataria en su gira, entre ellos a Alicia Barrios, del diario Crónica, con quien el Pontífice mantiene una relación de amistad.
Se trata de la quinta vez que se reúnen el papa Francisco y la presidenta Fernández, después del encuentro el 19 de marzo del 2013, cuando Jorge Bergoglio asumió como pontífice.
Se trató de una visita más delicada con respecto a las anteriores, ya que el Papa quiere evitar que se utilice el encuentro con fines políticos, debido a que Argentina está en un año electoral. “La manito, la manito”, le imploró la Mandataria al Pontífice argentino en el momento de tomarse una fotografía juntos, un pedido que el Papa aceptó.
En octubre se realizan las elecciones de las que saldrá la persona que reemplazará a Fernández en la Casa Rosada.