Los líderes del G7 comenzaron ayer su cumbre en el palacio bávaro de Elmau (sur de Alemania) con una agenda centrada en la evolución de la economía y en las difíciles relaciones con Rusia. Los participantes son Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá y Japón.
La primera sesión de trabajo tuvo como eje el análisis de la economía global, aunque la crisis griega no está incluida formalmente en la agenda. En las sesiones los líderes abordaron también la marcha de las negociaciones de los distintos acuerdos de libre comercio bilaterales o regionales y se centraron en la agenda exterior, desde el conflicto de Ucrania hasta la guerra en Siria.
Más de 22.000 policías alemanes participan en la seguridad de la cumbre G7.