Atentado yihadista decapita a una persona en Francia; activan alerta
Barbarie. La comunidad internacional condena los ataques en Lyon, Túnez y Kuwait
Seis meses después de los sangrientos atentados de París, un jefe de empresa murió decapitado ayer en un atentado yihadista cometido en una planta de gas cerca de la ciudad de Lyon, cuyo presunto autor, empleado de la víctima, ha sido detenido.
“Según los primeros elementos de la investigación, uno o varios individuos, a bordo de un vehículo entraron en la fábrica. Entonces se produjo una explosión”, informó una fuente cercana al caso. Tras esta explosión los gendarmes se desplazaron al lugar, clasificado como sensible, y descubrieron el cuerpo decapitado.
Es la primera vez que un hombre es decapitado en Francia en un ataque terrorista, aunque se trata de una práctica frecuentemente utilizada en Siria y en Irak por el grupo Estado Islámico (EI).
Vigilado. Según la fuente, la víctima, un jefe de empresa de Rhône, era el patrón del supuesto autor del atentado, identificado como Yassin Salhi. Fue su vehículo, autorizado para entrar en la planta de gas, el que permitió al supuesto autor penetrar en el recinto.
Detenido poco después de lo ocurrido, Salhi, de 35 años, es conocido por sus “vínculos con el movimiento salafista”, una rama del sunismo radical. Fue investigado en 2006 y vigilado por los servicios de Inteligencia franceses, aunque su investigación no se prolongó más allá de 2008.
Tres personas más fueron detenidas: la mujer y la hermana del sospechoso que residía con su familia en las afueras de Lyon, y el propietario de un coche visto en los alrededores que finalmente ha sido puesto en libertad.
Este nuevo ataque, “de naturaleza terrorista”, según el presidente François Hollande, se produce a menos de seis meses después de los ataques de enero en París y prácticamente a la vez que un atentado contra un hotel en Túnez que dejó 37 muertos, mientras que en Kuwait otro ataque dejó 27 fallecidos (leer apoyos).
Hollande y el presidente tunecino Beji Caid Essebsi se transmitieron su mutua “solidaridad frente al terrorismo” en una entrevista telefónica. Desde abril, el Gobierno galo ha puesto en marcha un drástico plan de vigilancia antiterrorista y el Ministro de Interior ha repetido en varias ocasiones que la amenaza en Francia seguía siendo “muy elevada”.
El primer ministro Manuel Valls ordenó ayer una “vigilancia reforzada” en todos los sitios sensibles de la región de Lyon, segunda ciudad de Francia, que alberga numerosos sitios industriales.
En Saint-Priest, donde Yassin Salhi vivía con su esposa y sus tres hijos de 6 a 9 años, en una vivienda social de tres plantas, los vecinos los describían como “una familia discreta”. “Sus hijos juegan con los míos”, indicaba una mujer. “No hablaba a nadie, solo nos decíamos ‘buenos días, buenas tardes’”, dijo otro vecino sobre el sospechoso.
La comunidad internacional condenó la “barbarie” y el “odio ciego” tras la ola de atentados en Francia, Túnez y Kuwait. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, calificó de “terroristas” y “espantosos” los ataques, y pidió que los responsables sean “presentados ante la Justicia”. Aparte, la Casa Blanca condenó los “odiosos” atentados.
Ataque a los chiitas deja 27 muertos en Kuwait
El grupo yihadista sunita Estado Islámico (EI) reivindicó un atentado suicida que causó 27 muertos y 222 heridos ayer en una mezquita chiita en la capital de Kuwait, en pleno Ramadán. El EI, que considera a los chiitas como herejes, reivindicó rápidamente el atentado perpetrado durante la oración en la mezquita Al Imam al Sadeq en la ciudad de Kuwait. Según un testigo, “decenas de personas murieron y resultaron heridas”. Unas fotos, que circulaban por las redes sociales, mostraban cuerpos ensangrentados en medio de los escombros.
Un fotógrafo indicó que la zona había sido acordonada por la Policía. Se trata del primer atentado contra una mezquita chiita en el rico emirato petrolero de mayoría sunita. En mayo, dos atentados del EI causaron más de 20 muertos en la vecina Arabia Saudita.
La semana pasada, el portavoz oficial del EI pidió a los musulmanes del mundo entero que emprendieran la guerra santa durante el Ramadán, que comenzó el 17 de junio, para convertirlo en “un mes de desgracia para los infieles”. El mayor líder religioso sunita, Ajeel al Nashmi, dijo que el acto buscaba “sembrar la semilla de la discordia”, pero que “chiitas y sunitas harán fracasar, sin duda alguna, la conspiración de los terroristas”.
Unos 37 fallecidos en matanza en Túnez
EFE
Al menos 37 personas murieron ayer y 36 resultaron heridas en un atentado de corte yihadista perpetrado por unos dos hombres en el hotel Imperial Marhaba, en la localidad turística tunecina de Susa. Según responsables de seguridad del hotel, a primera hora de la mañana dos jóvenes que parecían unos más de los numerosos turistas que disfrutaban del sol penetraron en la playa y comenzaron a disparar de forma indiscriminada.
Invadidos por el pánico, la mayoría de los turistas trataron de refugiarse en la decena de tumbonas que rodean la piscina o huir en dirección al vestíbulo del hotel, donde varios vidrios se rompieron a causa de los disparos. “Ha sido una auténtica masacre. Empezaron a gritar palabras en árabe y a disparar a todo el mundo. Ha sido el peor día de mi vida”, explicó a Helga, una jubilada alemana que disfrutaba del sol con sus amigos.
Alemanes, pero también belgas y británicos componen la mayoría de las víctimas mortales, que fueron trasladadas al hospital Charles de Gaulle para una identificación definitiva. Varios cadáveres yacían todavía en la playa a última hora de la tarde, y en el lobby del hotel, abarrotado de turistas nerviosos, estallaban en lágrimas ante la confirmación de la identidad de una nueva víctima.
La Policía tunecina confirmó que uno de los terroristas murió durante el tiroteo que siguió al asalto al recinto hotelero y que otro presunto atacante logró huir en dirección a la autopista. Además, otras dos personas han sido detenidas y han pasado a disposición de los investigadores.
El ataque es el segundo de este tipo que sufre Túnez en los últimos tres meses, y el tercero desde que en 2002 un grupo de hombres matara a un grupo de extranjeros junto a la sinagoga de la vecina isla tunecina de Yerba.